Ángeles Oscuros [#2] (TERMINADO)✔️

24

Caleb

Me gustaría decir que si que pude dormir aquella noche pero, no pegué ojo. Solamente cerré los ojos y esperé a que las horas pasaran.

No dejaba de pensar en miles de cosas por segundo, era como si cerebro no parara quieto y estaba demasiado mareado por culpa de aquello. Había pensando en buscar a Henrick y devolvérsela pero no quise dejar a Alexa aquí.

Tampoco pasaba por alto el detalle de que era la primera vez que Alexa y yo dormíamos tan separados estando en la misma cama. Había pasado un buen rato mirándola dormir, se había pasado toda la noche hecha bolita mientras me daba la espalda.

Había necesitado reprimir las ganas que tenía de darle un abrazo por el simple hecho de que cada vez que me lo planteaba recordaba aquello de lo que me había enterado momentos antes.

Finalmente, sobre las nueve, adquirí la fuerza para levantarme de la cama. Sentía mi cuerpo adolorido, supongo que por la falta de sueño, pero no me sentía cansado.

Me di una ducha fría nada más me levanté, conseguí despejarme un poco al menos. Necesitaba tomar un poco de aire por lo que había planeado dar un paseo para ir a casa de mi padre a avisarle que nos iríamos esa tarde, seguir aquí por ahora no me parecía tan seguro.

No tenía apetito por lo que ni siquiera me planteé el ir a la cocina cuando bajé, fui directamente hacia la puerta pero, una voz me paró antes de abrir.

—¿Dónde vas? —preguntó mi hermano pero no me giré a verle.

—Quédate aquí con ellas.

Abrí la puerta, dispuesto a irme.

—Caleb.

—Dime —respondí mientras me giraba sobre mis talones, Blake estaba en la islita de la cocina con un café entre sus manos.

—¿Dónde vas?

—A casa de papá.

—Solo eso, ¿verdad?

Asentí no muy seguro.

—Ten cuidado.

—Si.

—Avísame cuando llegues.

—Blake...

—No me fio de ellos ahora mismo —suspiró —. No se de lo que pueden ser capaces, Caleb.

—Te mandaré un mensaje —accedí —, pesado.

—Perdona porque me preocupe por mi hermano pequeño —se quejó haciéndome sonreír mientras me daba la vuelta.

—Vuelvo en un rato —dije antes de salir.

Cerré a mis espaldas, metiendo las manos en los bolsillos de mi pantalón mientras comenzaba a andar camino a casa de mi padre.

El paseo, a pesar de ser bastante corto, me vino bien. Las calles estaban solas y silenciosas por lo que pude pensar con claridad, aún así no sabía exactamente cómo me sentía.

Me planteé el tema de Alexa más que cualquier otro, habían sido muchas mentiras y no sabía si eso estaba del todo bien. La quiero, joder, la quiero muchísimo pero no puedo estar con ella bajo todas esas mentiras porque eso me hace llegar a plantearme si sus acciones o palabras conmigo también son falsas.

Me había contando que con su exnovio lo fingía todo pero, ¿y si eso también lo hacía conmigo? Quiero decir, una vez recopilaba nuestros momentos juntos, no parecían falsos para nada pero ahora no sabía si dudar de ellos.

Por otro lado, tenía que hablar con Aiden. Ni siquiera sé como no me vi venir que lo haría. En este tema, me pasaba lo mismo con él que con Alexa en realidad, podía llegar a comprender porque lo hizo pero debió pensar en que esto pasaría.