Ángeles Oscuros [#2] (TERMINADO)✔️

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(War Of Hearts - Ruelle)

Alexa

Hoy era ese día al que Caleb le temía relativamente, hoy era el Congreso de Ángeles.

A ver, tenía un nombre un tanto serio por lo que si que me producía respeto pero, lo de Caleb era tan solo una mala sensación. Había hablado con él sobre ello y, con todo lo que me había dicho de lo serio que era todo en realidad en la banda, le había convencido de que no pasaría nada. No creo que, teniendo el poder que se supone que tiene su jefe, deje que pasé algo.

Ya quedaba poco para irnos pero ahí seguía yo, terminando de maquillarme pero al menos estaba vestida por lo que tampoco me quedaba tanto.

Llevaba un vestido negro, largo, ceñido y de satén, con un corte en la pierna que llegaba hasta poco más arriba de mi rodilla. Había conseguido hacerme unos rizos en las puntas y el maquillaje, básicamente, era el mismo de siempre, eye-liner y gloss rojo.

Seguía en el baño, aplicándome la quinta capa de rímel con Caleb mirándome desde la puerta con un maldito traje que por muy básico que fuera que le quedaba como un guante.

—¿Te vas a quedar así todo el rato? —Mi mirada se cruzó con la suya mientras le decía eso.

—No es un mal plan —murmuró, acercándose a mi con pasos lentos —. ¿Nos quedamos?

Reí por la manera en que lo dijo, realmente se ve que no quiere ir pero debe hacerlo. En realidad, yo tampoco iría pero, repito, debe ir y yo iré con él.

—Ya es tarde creo —dije.

—Por desgracia.

Sonreí, girándome hacia él. Al estar detrás mía solo tuve que pasar mis brazos por su cintura para abrazarle, estábamos bastante cerca.

—Se pasará rápido, tranquilo.

—Ojalá —murmuró.

—Voy a ir contigo, tampoco te lo pasarás tan mal.

—Solo porque contigo no lo paso mal.

—Aw, que mono —ironicé, riendo.

A cambio de aquello me gané un zape en la frente. Me coloqué de puntillas, dispuesta a darle un beso pero, algo me interrumpió. Lia me había llamado desde el pasillo a gritos.

—¡Alexa! ¡Blair!

No llegué a darle el beso. Me separé con una sonrisa, rodeándolo para salir del baño y de la habitación en general.

—El deber me llama.

—No es el deber, es la gritona de Lia —me corrigió.

Reí mientras salía de la habitación, encontrándola al instante en medio del pasillo ya vestida y demasiado contenta pero, siempre esta contenta, ya estoy acostumbrada aunque no pude evitar extrañarme.

—¿Por qué gritas tanto? —pregunté, acercándome a ella.

—¡He entrado en Yale!

Ese grito fue suficiente como para que se me pegara la felicidad que desprendía, esta era totalmente entendible. Se lo merecía tantísimo y estaba tan feliz por ella que no tarde en acercarme corriendo, abalanzándome sobre ella para abrazarla.

—¡No me jodas!

Blair salió de su habitación gritando y también tirándose sobre nosotras, fue un abrazo en el que nos llevamos bastante rato pero el momento lo ameritaba.

Ese abrazo se vio interrumpido por Caleb que nos rompió el momento pero se lo perdono por ser Caleb, Blair gruñó al oírlo pero Blair así que no lo tomamos en cuenta.