26

88 7 0
                                    

Alexa

No tenía ni puta idea de dónde estaba, al menos geográficamente hablando. Recuerdo la noche a trozos y, bueno, se que me quede dormida en el coche y que discutí con Caleb en la fiesta.

No lo sé, tengo resaca y no puedo ni levantarme de la cama.

He usado toda mi fuerza para levantar mi cabeza y mirar por la ventana junto a la cama donde estamos aunque, al oír el mar ya lo supe, pero así lo confirmé.

Hasta ahora solo se cuatro cosas.

Uno, estoy en una casa en la playa. Dos, Caleb también lo está. Tres, me debe explicaciones de qué hago aquí. Cuatro, quiero un ibuprofeno.

¿Por qué el alcohol deja estas secuelas cuando sabe tan bien?

Bonita metáfora.

Que cosas más raras pienso cuando tengo resaca.

Me removí sobre la cama como pude, tumbándome boca arriba totalmente estirada con la cabeza mirando hacia la ventana. Solté un largo suspiro mientras cerraba los ojos, intentaré dormir hasta que vuelva.

En ese momento la puerta se abrió pero no me moví hasta que volvió a cerrarse, Caleb acababa de entrar con muchas bolsas en sus manos, bolsas que tiró con cuidado.

—¿Caleb?

Él se quedó quieto, congelado mejor dicho, por segundos antes de soltar una risita nerviosa.

—Buenos d...

—¿Dónde coño estoy? —vociferé, sin pensar —. ¡Me secuestraste!

Tomé un cojín a mi lado, lanzándoselo a la vez que me sentaba. He recuperado toda la fuerza, que casualidad.

—Alexa, relájate solo déjame...

—¡Caleb, te he preguntado qué donde coño estamos!

Ni lo dejé terminar, ya lo había interrumpido y lanzado otro cojín que tomó en el aire por desgracia.

—Alexa, joder —farfulló mientras tiraba aquel cojín al suelo —. Relájate y te lo explicare.

Me pone nerviosa que me diga que me relaje.

—¿Cómo que me relaje?

Iba a lanzarle otro cojín, estaba dispuesta a hacerlo pero, él se colocó encima de mi antes de que pudiera hacerlo.

Su rodilla se colocó entre mis piernas y su mano aprisionó ambas de mis muñecas arriba de mi cabeza, tuve que echarme hacia atrás. Esto fue el colmo.

—¡Caleb, suéltame!

Forcejeé mis manos pero fue en vano. Caleb se aproximó hacia mí, eso sirvió para que me estuviera quieta.

—Alexa, para y deja que te lo explique —sonó cansado pero, joder, que no se qué hago aquí —. ¿Vas a seguir gritando?

Negué con la cabeza, sosteniéndole la mirada. En ese momento Caleb me soltó, sentándose en la cama entre mis piernas. Su expresión denotaba su confusión y eso me confundía a mí.

—¿Qué coño hago aquí? —pregunté a regaña dientes, sentándome yo también.

—Hemos tenido que venir aquí...

—¿Están aquí Lia y Blair? —le interrumpí, quería preguntar miles de cosas y no podía esperar. Caleb asintió, eso me hizo sentir más tranquila —. Sigue hablando, ¿por qué?

—En la ciudad corremos peligro después de lo que os paso Blake se entero de que los Demonios iban a intentar algo, era mejor no arriesgarse.

Enarqué una ceja al oírlo, tiene que ser coña.

Ángeles Oscuros [#2] (TERMINADO)✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora