Matrimonio

Confianza desconfiansuda

Narración general.

— Emi, ¿Has visto mi celular? — preguntó el azabache buscando a su esposa y a su teléfono en la casa sin éxito alguno, lo quedaba revisar en la habitación.

El joven se llevó una buena sorpresa al ver a su esposa tirada en la cama revisando su celular.

— ¿Emi ese es mi celular? — preguntó incrédulo el joven.

— Si...— dijo sin verle a los ojos — ¿Algún problema, Shota? — alzó una ceja aún sin verle.

— N-no, pe-pero, ¿T-tu no tienes tú celular? — jamás lo admitiría en voz alta pero le intimidaba su amada cuando estaba muy seria, inquietantemente seria.

— Si, ¿Que no puedo ver tu teléfono? — levantó la vista y lo observó expectante.

— Por lo menos dime que lo vas a revisar — cayó una gota de sudor por su frente.

— ¿Porque debo pedir permiso para revisar tu celular? — apagó el dispositivo y lo dejó en su vientre — Acaso...¿Ocultas algo?

— N-no p-pero...

— ¿Pero qué? — le interrumpió.

— Nada...cuando termines avísame, lo buscaba de hace rato — no dijo nada más y se retiró nervioso y algo molesto.

La pelimentosa sonrío con dulzura y volvió a tomar el celular de su esposo y lo encendió, volvió a ver la galería de su amado. En la gran mayoría eran fotos de Pichy y otros gatos, algunas de ellos, otras de ella, eran fotos que ni sabía que le había tomado, eran donde se encontraba totalmente distraída, le había llamado la atención la captura de una lencería de gato. Se envió la imagen a su celular, en su aniversario le daría ese regalito.

Había revisado cada conversación, no temía de que la engañara, solo le dió curiosidad cómo era con las demás personas, si las trataba igual que a ella cuando apenas se conocían, eso era todo. Ella debía admitir que le frustraba no saber sobre su vida "pública" no conocía a sus amigos, estaba segura que debía haber tenido amigos alguna vez. Tampoco conocía a los padres de este y por más insistencia que le hacía para conocerlos o que por lo menos le contará de ellos solo terminaban peleados, discusiones que Shota arreglaba disculpándose pero más no diciendo nada del tema. Se decepciono igual al no encontrar nada. Sus redes sociales abundaban de cosas de felinos, nada que no supiera. Le había asustado el ver qué él tenía entre sus contactos el de una mujer de cabellera oscura, ojos azules, piel clara y ropa, realmente extravagante, casi nula llamada "Kayama". Revisó la conversación con cuidado pero aparentemente eran solo amigos. Seguiría revisando sus conversaciones por si a acaso. También vió que la tenía agregada como "🐈Emi🐈‍⬛" quizás no era lo más tierno, pero su esposo jamás usaba emojis al escribir y mucho menos para colocarle algo a algún contacto, eso la conmovió, eso y que la tuviese fijada en WhatsApp.

Si que buscaría esa lencería.

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Se que estoy subiendo muchos capítulos aquí, pero no es por mal y tampoco estoy dejando las demás historias de lado, subí más contenido aquí ya que se me ocurren ideas al azar y si no las plasmó se me olvidarán (soy medio Dory) en fin, también lo hago mientras tenga tiempo, ya comencé las clases así que...bueno no tendré tanto tiempo para actualizar así que les dejo contenido para que se diviertan. Agradezco todo su apoyo de verdad, no vemos pronto (o eso espero)