Narración general.
— Entonces...¿Está casado? — dijo el rubio de quirk de copiado.
— ¿Algún problema? — dijo con severidad el maestro de la clase contraria a la del joven.
— ¿Por qué me dice esto? — cambió de tema el joven.
— Este fin de semana va a venir mi esposa y ella va a supervisar el que cuides y le enseñes a Eri como utilizar su don yo no voy a poder estar — dijo el maestro serio y de la nada una aterradora sonrisa se formó en sus facciones — que ni una palabra de lo que te dije salga de tus labios — permaneció unos segundos así y luego volvió a su estado de seriedad — puedes volver a tus actividades — el joven asintió y se retiró el adulto volvió a corregir los exámenes de su clase.
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— Bueno me voy, en dos horas vendrá Emi — le dijo el adulto a la niña la cuál asintió con emoción — luego nos iremos a casa con ella cuando vuelva — Cuidala mientras tanto — ahora se dirigió al rubio — no vallan a practicar sin que ella esté presente.
Sin nada más que decir acarició el cabello de la niña y se fué. Ambos se quedaron hablando y jugando, la niña le habló de su mamá, lo linda que era, lo simpática y sobre todo lo buena que era. Le contó como empezó su relación y como se arreglaron, al joven le pareció curioso y sorprendente como esa niña que parecía tan inocente que no partiría ni un plato como en realidad podía quebrar la vajilla completa. Un tiempo después llegó la "mamá" de la niña. Se llevó una buena sorpresa el rubio al encontrarse con una adulta de cabellos verdes menta y de sonrisa radiante, ¿Esa era la esposa del profesor de la despreciable clase A? El mundo está realmente loco.
— Hola tu debes ser Monoma Neito ¿No? — dijo con jovialidad la mayor.
— Si ese soy yo — dijo un tanto altanero — usted debe ser la esposa del profesor de la despreciable clase A ¿No es así? — a la mayor le impresionó la actitud del joven sin embargo no hizo nada más que asentir.
— ¿Ves? Te dije que mi mamá era bella — dijo orgullosa la menor imitando al rubio.
Con que de aquí es que ella saca esa gran variedad de actitudes, pensó la pelimentosa.
Empezaron a entrenar con la niña un poco empezaron con una planta para no hacer que la menor se asustara si es que...está desaparecía como podía pasar con un animal o una persona. La pelimentosa estaba nerviosa, no podía borrarle su particularidad como lo haría su esposo y el quirk del joven funcionaba tocando al portador del quirk. Rogaba a Dios que todo saliera bien. Por suerte así fué, la niña poco a poco hiba aprendiendo, las ocurrencias del joven las hacían reír a una por como hacía poses y la otra por la gran rabia que les tenía a la clase contraria por simplemente ser "raros".
Unas horas desde decidieron descansar un poco para no sobre exigirle a Eri. Al joven se le ocurrió la idea de copiar el de la adulta, está lo permitió, hablaron un poco luego de eso.
— ¿Sabes? Yo a ti ya te había visto — dijo la mayor de los tres acariciando el cabello de la menor la cual se recostó sobre las piernas de la adulta.
— ¿Si? Yo no creo haberla visto — dijo extrañado.
— Yo a te ví en el festival deportivo, yo estuve aquí ese día — dijo con simpleza — realmente tienes un quirk bastante curioso — reveló.
— Mmm ya veo, ¿vió como derroté a uno de los estudiantes de la clase A? — le daba curiosidad la esposa de ese maestro.
— Oh si — le siguió la corriente, si había sido astuto ese día pero no los había derrotado — fuiste bastante astuto.
— Lo sé...pero igualmente gracias — ella sonrío con dulzura.
— ¿Podemos volver a practicar? — preguntó la menor con entusiasmo.
— Si, porque no — el joven se levantó de nuevo y volvió a tocar a la niña en su coronilla apareció un cuernito igual al de la niña.
Volvieron a practicar pero está vez la niña no puedo anular su poder el joven y la adulta entraron en crisis. El joven se apartó un poco y la mayor se acercó dejando un metro de distancia para no envejecer o rejuvenecer demasiado.
— Eri — la llamó con dulzura.
— N-no s-se me ace-acerque — la niña por el miedo empezó a llorar.
— Eri, hagamos un juego — dijo amigable Emi, por dentro se moría de los nervios pero debía mantener la calma por Eri y por Monoma — vas a cerrar tus ojitos y cuando te diga que respires profundo lo vas a hacer ¿Si?
La niña asintió y se talló sus ojitos intentando apartar sus lágrimas.
— Bien, cierra los ojos — así mismo hizo la menor, el adolescente y el recién llegado adulto veían con atención la situación — respira y vas a aguantar un poco el aire en tus pulmones — la menor hizo lo que le dijeron y aguantó su respiración unos segundos — exhala — y así lo hizo.
La mayor se le fué acercando poco a poco.
— Repitelo unas 3 veces — y así lo hizo la niña, su quirk poco a poco se fué disipando y antes de que Eri se cayera por la debilidad que le causó utilizar mucho su poder la mayor se abalanzó hacía ella y la atrapó entre sus brazos.
— Gracias mami — la nombrada sollozó y le sonrió con amor.
— Te quiero mucho Eri y siempre voy a estar para ti — sintió una mano tomar su hombro, la joven había desarrollado la habilidad de reconocer a su amado cuando esté la abrazaba o cuando le tomaba el hombro por la espalda.
— Papito — dijo la niña somnolienta.
— Eri, lo hiciste bien — la sonrisa de la menor fue el mejor regalo que ambos pudieron tener.
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— Bien ya nos vamos, fué un gusto conocerte Monoma-Kun — dijo la pelimentosa con la niña de cabellos lilas entre sus brazos dormida profundamente.
— Gracias Monoma — agradeció el azabache antes de irse con su esposa.
— El gusto fué mío — solo pudo decir eso antes de irse a su dormitorio.
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Hasta aquí el capítulo, había prometido hacer un capítulo con Monoma Neito, no sé si me salió bien, hice mi mayor esfuerzo por intentar imitar su actitud. Pronto haré los otros capítulos que prometí.
Tengan un poco de paciencia, sin nada más que decir nos vemos pronto.
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Matrimonio
FanfictionAhhhhh el matrimonio, siempre tenemos expectativas muy altas de él, siempre. La verdad es que el matrimonio no es la vida de ensueño que creemos que es. Tampoco diré que es una maldita mierda, porque se tienen momentos felices, pero tampoco todo de...