Rompecabezas | Sebastián Córdova |

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Ideas creativas - noche loca.

💫

  Hoy por fin es viernes, por lo que debemos estar más que felices. No sólo por que hasta dentro de un par de días hay clases, si no por que como cada viernes por la noche, hay fútbol en el campo de la escuela.

Tengo el placer de estar en una escuela algo loca, donde es importante el hacer algún deporte. Además, parte de tener un equipo de fútbol y porristas, esta la parte donde dan becas y todo ese rollo.

En fin, se supone que Ricardo y yo iremos juntos al juego. No quería ir por que ahí estará Diego, pues siendo el capitán del equipo nunca va a faltar. Sin embargo también juega Santiago y quiero hablar con el, al menos saber si a dejado de ser un poco idiota.

También jugarán los mellizos, Otxiel y Jesús Alberto, los hermanos menores de Ricardo. Así que aquí voy, bajando las escaleras para ir al auto de mi amigo que ya me espera en la entrada.

Mamá me observa a través de sus anteojos, yo la imito y me hace de señas para que me acerque. Le obedezco y camino rápidamente hacia ella, quien al verme cerca se pone de pie del sofá en donde degusta su taza de té.

— ¿ vas a salir? — me cuestiona

— Si, voy con Ricardo, hay partido en el Instituto.

— Crei que Diego pasaría por ti, así como siempre lo hace — dice confundida y cierto recelo entra en mi.

Es claro que no sabe nada de lo que a sucedido con Diego, nunca me pregunta si quiera como estoy.

— No mamá, lo de Diego a terminado — le digo.

— ¿ que?, debe ser una broma, llevan una vida juntos.

— no es ninguna broma, simplemente ya no queríamos seguir juntos, no estaba funcionando.

Ella me observa y espero que se acerque, a darme un abrazo o que me diga que todo ira mejor. Pero no lo hace.

Ella asiente simplemente, da un sorbo de su té y me siento estúpida, tonta por creer que ella tendría algún afecto de madre.

— asegúrate de no llegar tarde, sabes que no me gusta que duermas a altas horas de la noche.

— claro, adiós.

Salgo rápidamente de mi casa y Ricardo ya me espera en el auto, sus hermanos van en los asientos de atrás por lo que yo, me subí de copiloto.

Saludo a los tres chicos y el viaje al Instituto inicia, los tres van hablando sobre lo bien que ira el juego. Les toca contra otra de las mejores universidades, sin embargo los jugadores de nuestra escuela son muy Buenos.

Yo me quedo escuchando la plática por cortos tiempos, me quedo pensando en que a mi madre le haya importado muy poco si estoy bien o no.

Le acababa de contar que termine con Diego, que el chico al que creía amar y pasar el resto de mi vida, ahora estaba con la maldita de Victoria.

Cuando me di cuenta ya habiamos llegado, me baje del auto en silencio y podía sentir las miradas confusas de mis amigos.

— Los veré al rato, mucha suerte.