| 05 |

1.1K 90 8
                                    

En la guerra y el amor... Yo salgo ganando.

💫





Amarre en una coleta mi cabello - ahora rubio -, era hora de irme a la escuela.

Como mi madre me lo prometió, había un auto de agencia esperando por mi, bueno, a ser conducido por mi.

Era muy hermoso, además era de olor Lila, mi color preferido. Se supone que hoy debería estar más que bien vestida y así, poder hacer resaltar mi nuevo Look.

Sin embargo no podía, debía ir deportivamente si quería lograr entrar con las animadoras, por que si, era un hecho que lo haría.

En parte yo se que eso molestaria mucho a victoria, ella me odia y lo que más quiere es verme lejos, muy lejos. Pero no lo logrará, al menos no hasta que yo tenga lo que quiero.

Por que en la guerra y el amor todo se vale, y la patética de Victoria parece haberse robado de por mientras al amor de mi vida.

Conduje rápido y sin prisas al Instituto, cuando llegue me estacione como era debido y después baje mi nuevo auto.

Las miradas caían sobre mi, uno por mi hermoso auto y dos por mi nuevo tono de cabello. Yo no solía ser muy amable y Social, así que no me importa que más digan de mi.

Cuando entre al Salón para la primera clase, Ricardo ya estaba allí y me veía con una sonrisa. Me senté frente a el así como en todas las clases.

— Vaya, alguien trae nuevo Look — dice mi mejor amigo muy sonriente

— Así es, te dije que lo haría.

— se te ve espectacular

— Gracias — le di una sonrisa.

Sebastián paso a mi lado, se sentaba en mi misma fila pero hasta el rincón. Ni una mirada me dio, pero eso se acabará en cuanto yo sea su animadora personal.

— Quiero que me acompañes hoy después de clases — le dije y el asintió

— ¿ a donde?

— A mi prueba para ser animadora junto a las demás porristas.

Ricardo me vio incrédulo y una risita salió de sus labios, yo la mire con seriedad y el se dio cuenta de que hablaba muy enserio.

— Espera, ¿ en verdad quieres estar cerca de victoria?, ¿ quien te a dado esas ideas he?

— Mi estilista influyó un poco, pero bueno, lo importante es si me acompañas o no.

— ¿ crees que me perdería eso? — dijo obvio — claramente estaré ahí, me parece que te estás preparando para llevarte bien con las novias de tus amigos, es claro que perderás — dice el.

— No te confundas cariño, mejor ve preparando mis trabajos y mi dinero por que, en menos de lo que crees tendré a ese hombre comiendo de la Palma de mi mano.

— Claro, y yo soy Virgen.

Ruedo los ojos ante el cinismo de mi amigo, la clase inicia y es obvio que debo poner mi más grande atención.

Rompecabezas | Sebastián Córdova | Donde viven las historias. Descúbrelo ahora