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Una maravillosa tarde juntos.

💫

Nuevo día, clases como siempre. Mis piernas ya no dolian tanto, así que glamour ven a mi.

Hoy si traía un vestido con estampado de girasoles y unas zapatillas, ajá, el glamour volvió a mi.

Caminaba confiada por los pasillos, las miradas estaban sobre mi y aveces me llegaba a cansar, pero me gustaba.

Por uno de los pasillos ví a Sebastián sacando libros de su casillero, debería ser un pecado que usé ese tipo de pantalones.

Se le ve muy bien, además esa playera Roja con Corte " V" Le asienta demasiado bien. Lo digo por la masacre de hormonas que despierta en mi.

Me acercó a el, está tan concentrado haciendo lo suyo.

— Entonces, ¿ que pensaste Am? — le susurro en el oído, se gira bruscamente

— En primer lugar, alejate un poco — dice haciéndome a un lado, estábamos muy cerca. — En segundo, ¿ por que me dices Am?

— Am por Amargado — le respondo y suelto una carcajada.

— Mira, suficiente tengo con aguantarte por el proyecto, así que guardate tus tontas bromas.

— ay bueno, ya, entonces dime. ¿ tu casa o la mía?

— Tendrá que ser en la mía — murmura cerrando su casillero.

— Bien, esperame a la salida entonces.

No le doy tiempo de responder, me doy media vuelta y voy a la clase de arte.

Quiero celebrar, es la primera vez que soy quien termina una conversación. Siempre es el quien me deja hablando sola, quien me no me deja responder. Ahora soy yo y eso se tiene que celebrar.

Entre a clases, todo marchó con calma. Victoria parecía haberse cansado o algo así, pues ya no exigía tanto en los entrenamientos y mucho menos, nos hacia entrenar todo los días.

Ahora sólo era un par de días por semana y era todo, Aleluya.

Cuando era la hora de la salida, Sebastián tomó sus cosas rápidamente. Antes de darme una mirada mala de hecho, se acercó a mi.

— no tardes o me iré — dice y se sale del Salón.

Suelto una risita y guardo todo con mucha calma, se que me dijo que no tarde, pero que más da.

Sebastián siempre está enojado, molesto por todo a su alrededor. Así que no importa si se enoja por que me tardo, Ricardo me ve con una ceja alzada.

— ¿ que fue eso? — me cuestiona

— Me llevará a su casa — le sonrió con suficiencia y Ricardo parpadea varias veces.

— ¿ pero que? ¿ de verdad Irán a su casa?

— Si, haremos el proyecto.

Ricardo suelta una risa y la veo expectante, ¿ que le causa risa?

— ya decía yo que era raro.

Rompecabezas | Sebastián Córdova | Donde viven las historias. Descúbrelo ahora