Sofía
—¿todo bien? – me preguntó Fabi al darse cuenta de que miraba por la ventana del auto con gran tristeza, pero solo lo miré y le sonreí. —te importa mucho, ¿verdad? –
—ella es mi hermana — respondí.
—lo se. – afirmo mirándome con ternura por un leve instante ya él conducía.
—cuando nos conocimos — empecé a contarle mientras las imágenes de los recuerdos venían a mi mente. —ella era esa niña que respondía todo, pero todo lo que preguntaba el profesor — entonces reí. – cuando la conocí pensé Dios es muy hablantina –
—¿hablaba mucho? – volvió a preguntar, pero negué con la cabeza.
—ella se veía obligada a ser la primera de la clase, es decir — traté de explicar. —siempre ha sido muy lista y yo primero creí que era odiosa, pero un día — y aquel recuerdo me revolvió el estómago. —un día hubo una reunión de padres de familia y estaban todos, incluyéndonos, éramos las dos únicas estudiantes del salón que nos habíamos quedado y cuando le entregaron el boletín a su papá — respiré profundo. —yo pensé que él estaría orgulloso de las excelentes calificaciones de Scarlett, pero fue todo lo contrario. –
—¿qué pasó? – preguntó curioso.
—su padre puso un gesto de disgusto y salió del salón indignado y la jaló del brazo, la mirada de Scarlett estaba llena de miedo. – lo miré, debo admitir que Fabi luce hermoso conduciendo. —yo los seguí porque me dio mucha curiosidad su actitud y cuando de repente — respiré profundo. —su padre la abofeteó y le gritó que era una vergüenza. – pude observar el gesto de sorpresa de Fabi. —resulta que Scarlett había sacado 8 en un examen y eso le había bajado el promedio final, me pareció estúpido porque literalmente solo le faltaban décimas a su nota para que fuera perfecta, pero eso era razón suficiente para que su padre se sintiese avergonzado de ella. –
—uff — exclamó. —y yo feliz con cada 7 que me saco — añadió risueño para hacerme reír y debo admitir que lo logró.
—al siguiente día me acerqué a ella. – entonces solté una risa de burla. —¿podrás creer que ella no creía que le hablaba a ella? – moví la cabeza en forma negativa recordando la cara de sorpresa de Scarlett. —la invité a la cafetería y resulta que era yo quien hablaba mucho y no ella. – entonces Fabian soltó una risa. —ella me miraba con una atención impresionante, no sabía si eso era bueno o malo, pero ella me escuchaba —
—¿así empezó todo? – inquirió de nuevo.
—no, ese día fue la única vez que le hablé ya que me traumaba el hecho que ella no me dijera nada y de repente un día a mí se me había ocurrido la grandiosa idea de querer salir del colegio a comprar helado. –
—¿no habrás...? – añadió curioso y risueño.
—yo estaba ya del otro lado de la cerca del colegio y el inspector justo empezó a rondar por allí, no tenía forma de entrar por allí, me llevarían a detención y mi madre me mataría— en verdad me daba risa recordarme a mi escondida detrás de un árbol con un helado. —pero entonces escuché la voz de Scarlett, ella le pidió al profesor que la acompañé a la enfermería porque se sentía mal y el inspector como se trataba de Scarlett, lo hizo sin sospechar. –
—alcahueta. – exclamó fingiendo indignación.
—cuando se estaban yendo yo brinqué rápidamente la cerca y cuando ya estaba dentro ella volteó su mirada para verme y me sonrió, entonces allí entendí que ella había mentido por mí. – extraño esos tiempos. —luego de eso, todos los días me acercaba a ella y le hablaba y ella me escuchaba, así empezó todo, aunque yo vivía traumada porque primero ella no me decía mucho —
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¿Todo fue un sueño?
Roman pour AdolescentsEl acoso escolar y los problemas familiares son dificultades a las que Scarlett está acostumbrada a enfrentar mientras las sufre en silencio con el único apoyo de Sofi, su mejor amiga, pero ¿Qué tan mal puede terminar el acoso escolar? ¿puede alguie...