Scarlett
Es martes por la mañana, sigo en casa pues tengo prohibido poner un pie en el colegio. De todas formas, no tengo ánimos de querer ir a ese lugar.
—estamos solos tú y yo — le dije a winnie quien estaba acostado sobre mi cama. —si tan solo pudieras hablar – le dije mientras le rascaba las orejas. —tu no me vas a dejar nunca ¿cierto? – le seguía hablando y al parecer me entendía, parecía alegre. —Sofi y tu son lo único que tengo — entonces pensé. —bueno, ahora conozco a Fabi, José, Leo y —
Por alguna extraña razón mi mente invocaba su nombre cada que parecía estar tranquila.
—mañana iremos al veterinario ¿sí? – le dije tratando de quitarme a Axel de la cabeza, pero al escuchar la palabra veterinario winnie se escondió debajo de mi cama, por lo que me reí, pero me distraje al escuchar la bocina de un auto sonar fuera de mi casa.
—¿Quién podrá ser? – corrí hacia una ventana que daba a la calle, no quería abrir la puerta y enterarme que era mi padre o peor aún, Axel. —¿Cristian? – dije y él me saludó con la mano desde afuera. Corrí hacia la puerta y salí a saludarlo.
—¡ey! – me dijo. —¿cómo estás? –
—eee ¿hola? – respondí. —¿no deberías estar en el colegio? – pregunté.
—sí, pero no quise ir, así que pensé que sería buena idea venir a visitarte para saber cómo estás. – respondió desviando su mirada al suelo.
—ooo — dije y entonces winnie salió corriendo de la casa mientras le ladraba a Cris. —¡winnie! – dije cogiéndolo de la correa, pues ya había crecido un poco.
—¿es tuyo? – preguntó tratando de acariciarlo, pero a winnie parecía simplemente no caerle bien, eso era extraño.
—si — respondí y mi cachorro seguía ladrando. —winnie es suficiente. – lo reté y entonces se sentó. —eso, se buen chico. – y lo acaricié. —él es Cristian, es un amigo del colegio. —y el perro movió su cabeza hacia un lado como si lo estuviera analizando.
—oye sé que son como las 10 de la mañana, pero — agregó mirando a winnie como si se tratara de una amenaza y eso me dio mucha gracia. —¿querrías ir a comer un helado conmigo? –
—eh — respondí de forma involuntaria. —pasa que no hay nadie en casa y debo cuidar a winnie. – añadí tratando de no sonar grosera.
—podemos llevarlo si quieres. – me respondió señalando la puerta trasera del auto.
—no tengo problema con eso, mi hermana tiene un pitbull y por lo general lo llevamos a todos los lugares que vamos. –
—oh, en ese caso. – respondí aun dudando.
—¿winnie quieres venir? – le preguntó a mi perro y extrañamente respondió con dos ladridos. —supongo que es un sí. – volvió a decir y reí.
—está bien, deja voy por mis cosas y salimos. – respondí y entonces él le abrió la puerta a winnie, pero mi perro no subió hasta que yo volví.
—ok, vamos —
—¿por qué le pusiste winnie? – me preguntó mientras conducía.
—en realidad — respondí nerviosa. —el nombre se lo puso Axel. – entonces recordé el día que lo encontramos.
—¿Axel te lo obsequió? – volvió a preguntar algo indignado, se le notaba en el tono de voz.
—lo encontramos en una jaula. – respondí. —le puso winnie porque — entonces me detuve, recordé que así es como me dice a mi desde el día en que me vio con mi pijama de Winnie Pooh. Winnie rosa me puso cuando me corté el cabello y lo teñí. —ya olvidé el por qué, lo siento. – continué tratando de no sonar grosera.
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¿Todo fue un sueño?
Fiksi RemajaEl acoso escolar y los problemas familiares son dificultades a las que Scarlett está acostumbrada a enfrentar mientras las sufre en silencio con el único apoyo de Sofi, su mejor amiga, pero ¿Qué tan mal puede terminar el acoso escolar? ¿puede alguie...