Axel
No puedo dejar de ver el asiento de Scarlett, las clases sin ella son exageradamente aburridas, extraño escucharla responder las preguntas que hacen los profesores y lo peor del caso es que todos los maestros hablan de ella como si ella fuese una delincuente. Es lo único que está bien en este maldito lugar y hablan así de ella, enserio me sentía molesto.
—¿Qué tienes? – me preguntó Leo acercándose sigilosamente para que la profesora no nos llamara la atención.
—nada. – respondí sin ánimos y observé con nostalgia el pupitre de Scarlett mientras venían a mi mente las imágenes de la discusión de ayer.
—¿Qué no es obvio? – escuché a José decirle en el oído a Leo. —extraña a Scarlett. – añadió en un tono de voz lo suficientemente alto para que Fabian y yo escuchemos.
—a lo mejor solo está molesto porque no sabe con qué camisa ir el viernes a la fiesta de Tamara. – comentó Fabian en tono de burla para molestarme.
—¿nunca me vas a dejar de molestar con eso? ¿verdad? – pregunté en voz baja y mis amigos aguantaron la risa.
"Se supone que eres mi mejor amigo y hoy no estuviste a mi lado"
Aquellas palabras no dejaban de rodar mi cabeza, me sentía mal, pero exageradamente mal y me sentía aún peor cuando recordaba sus ojos llenos de decepción al decirme aquello.
—¿en qué piensas tanto? – me preguntó José. —tienes distraído toda la mañana. –
—ojalá sea el remordimiento — añadió Sofía mientras pasaba y salía del aula para ir al baño, supongo que ahora me odia. Genial, la novia de mi mejor amigo me odia.
—solo no le hagas nada a Scarlett y no te mataremos. – me dijo Fabian con una risa ingenua, sé que él bromea, pero Sofía no.
—¿y si vamos a la cafetería después de clases? – preguntó Leo. —quiero ir. –
—yo no – respondí sin ánimos.
—no seas aguafiestas. – añadió Fabian. —vamos todos y de paso compras el café favorito de Scarlett y se lo llevas a su casa, quizás así te perdone. –
—aaaaaaaaaaaaaaaaaaa – me quejé y en ese momento nos dimos cuenta de que la maestra se había quedado en silencio observándonos, por lo que nos callamos y volvimos a prestar atención.
A la salida los chicos me llevaron a rastras a la cafetería, hoy no ando en la motocicleta porque mi papá la llevó al taller, Loren anda de mal humor también.
—no seas aburrido. – me decía José quien iba a mi derecha.
—es que como no viene Scay — continuaba Leo que iba a mi izquierda y todos rieron.
—deja de ser tan idiota con ella o yo te dejaré sin ojos. – me amenazó Sofía que iba de copiloto y Fabian manejaba.
Después de tanto cargosear y molestarme al fin habíamos llegado al estacionamiento cerca de la cafetería, el que está por el parque.
—¿enserio vamos a la cafetería? – pregunté un poco molesto, la verdad no tenía ánimos de absolutamente nada.
—¿ese no es el auto de Cristian? – escuché a Sofi.
—creo que sí, pero la ciudad es grande y aquí siempre viene mucha gente. – respondió Fabian mientras cerraba su carro.
—entonces caminemos rápido porque a quien menos quiero ver es a él — dije con un gesto de desagrado.
—¿por qué te cae tan mal? – me preguntó Fabian casi risueño.
—¿Qué, por qué? – insistió Sofía. —es obvio —
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¿Todo fue un sueño?
Novela JuvenilEl acoso escolar y los problemas familiares son dificultades a las que Scarlett está acostumbrada a enfrentar mientras las sufre en silencio con el único apoyo de Sofi, su mejor amiga, pero ¿Qué tan mal puede terminar el acoso escolar? ¿puede alguie...