𝗠𝗮𝗾𝘂𝗶𝗹𝗹𝗮𝗱𝗼𝗿𝗮 𝗮 𝗱𝗼𝗺𝗶𝘀𝗶𝗹𝗹𝗶𝗼

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𝗗𝗮𝗻𝗶𝗲𝗹

Cuando estuvimos en enfermería sus amigos llegaron. Yo realmente no sentía que Liz me quería al estar con ellos, ella preferiría a Johnny y sus amigos claramente. Me fuí rápidamente de ahí para irme a mi departamento, no quería ayudar a decorar para esa estúpida fiesta de Halloween.

Estaba en el medio del pasillo, cuando un agarre en mi muñeca se hace presente, haciendome frenar y girar sobre mis talones.

- Oye, muchas gracias por ayudar - me dijo Liz en un susurro.

- Oh, pero vé mejor con tus amigos muñequitos de plástico para que te diviertas más - le contesté molesto, me enoja que siempre termine cerca de Johnny.

- Y-yo - ella comenzó a hablar con asombro.

- Lo siento Liz, pero si tu me quieres por lo menos podrías alejarte de ellos, me patean la cara todo el maldito tiempo y a ti solo te usan para sus jueguitos y...- me interrumpió, le dije la verdad.

- Oye, oye, estás hablando de mis amigos, y entiendo que estas molesto por ellos pero yo no tengo nada que ver y no me puedes alejar de ellos - dijo levantando sus manos en modo de inosencia.

Solo solté su agarre en la muñeca y me alejé de ella. Me fuí a mi casa en mi bicicleta azul. Diablos estaba enojado.

Abrí mi departamento con las llaves doradas del departamento número 20. Mi madre seguía trabajando, ella no estaba en casa. Dejé mis cosas sobre la entrada de la puerta.

Miré para el lado de la cocina, el grifo estaba totalmente arreglado, pero quedó una pinza de metal sobre la mesada, tendía que devolverla. Bajé a la planata baja rápido. Fuí donde se suponía que debería estar el portero. Había una pequeña puerta con un mosquitero, la abrí. El señor no estaba por ningún lado.

Escuché un ruido proveniente a un cuarto. Abrí la puerta con otro mosquitero, el ruido era de unas tijeras. El señor estaba cortando muy delicadamente un pequeño ¿ árbol ?...

- Oiga señor, usted arreglo el grifo de mi casa, muchas gracias.

- Ajá - exclamó concentrado en sus asuntos.

- Le vine s devolver esto - dije acercandome a el señor con su pinza de metál - son árboles de verdad ? - le pregunté curioso, núnca había visto uno tan pequeño.

- Ajá - dijo denuevo como respuesta.

- Por qué son tan pequeños? - pregunté mirsndo el pequeño "arbol".

- Los preparo, corto por aquí, por allá - exclamó señalando distintas partes del árbol que estaban recortadas.

- Dónde aprendió a hacerlo?, en Japón? - pregunté mientras agarraba algunas de las hojas de otro pequeño arbol.

- En Okinawa - respondió.

- Dónde es eso? - pregunté.

- En mi Nación - contestó aún cortando el arbolito - aquí China, Japón aquí y Okinawa aquí - dijo haciendo un mapa imaginario con sus dedos.

- En cuál escuela aprendió? - pregunté.

- No, mi padre me enseñó - respondió.

- Era jardinero? - pregunté con un tono de intriga.

- No, pescador - respondió.

- Pescador? - el señor asintió - oh, son muy bellos - exclamé tocando las hojas de un árbol.

El señor me miró.

- Ven te enseñaré - dijo indicandome con las manos que me acercara.

- No, yo no sé hacer esto - dije con desilución.

THE REJECTED CLUB [Johnny Lawrence]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora