ꜱɪᴍᴘ (ᴘᴀʀᴋ ꜱᴜɴɢʜᴏᴏɴ)

Capítulo 1

—Mamá –llamó a su madre, esta levantó la mirada de la pila de exámenes para observar a su hija–. Ehh, ¿tu alumno, Park Sunghoon?

—¿También te molesta? No me lo esperaba de él, es una de las pocas personas decentes de ese colegio, o eso me lo parecía –comentó su madre enfadada, YoungMi rápidamente negó.

—¡No es eso! Justo al contrario, está mañana me ha defendido en el comedor, ¿cómo es él?

Hajin, su madre, no ocultó su sorpresa ante las acciones de su alumno, pero sonrió dulcemente.

—Bueno, es mejor que muchos allí, eso pienso yo, al menos –volvió su vista a los exámenes y Young se levantó.

—Creo que saldré un rato, ¡adiós!

Sin más se fue del lugar, pasó frente a una tienda y compró 4 bebidas energéticas, para luego disponerse a ir al parque.

3 chicos se encontraban jugando un divertido partido de fútbol, mientras reían. Rápidamente se acercó a ellos y les mostró la boca con bebidas.

—¡YoungMi! ¿Te dije que te amo? –Sunoo, al ver la bolsa, corrió hacia ella y la abrazó, hasta el punto de tirarla al suelo.

Ni-ki y Jungwon repitieron el gesto, quedando los 4 tumbados en el césped riendo a carcajadas y bebiendo algo que algún día lo acabaría matando de los productos químicos que llevaba.

A pesar de que en el colegio no tenía amigos, YoungMi era una persona bastante social. Ellos 3 eran sus mejores amigos, con los cuales pasaba su mayor parte del día.

Fue durante muchos años a clase con Jungwon y Sunoo, por la tanto se hicieron fácilmente amigos. Además, tenía un buen nivel de japonés así que cuando transfirieron al menor, hablaba con él en su idioma natal cuando no entendía algo.

—¿Sabéis qué? Un chico me defendió hoy en el colegio, bueno, no exactamente, pero fue amable –comentó feliz la joven, el menor de todos escupió sonoramente su bebida.

—¿De verdad? ¿Cómo se llama? Le haré un altar –aseguró Jungwon con una sonrisa.

—Park Sunghoon.

—¿El patinador de hielo?

—Así es.

Sunoo sacó su teléfono y buscó si nombre. El chico aparecía en todas las redes debido a su gran fama, todos los adolescentes lo conocían.

—¿Por qué alguien así te defendería? Es decir, debe ser tan idiota cómo todos los demás.

—Bueno, no lo sé, supongo que hay gente que mira por la salud mental de las personas –dedució ella–. Es guapo.

Los 3 chicos la miraron con una pícara sonrisa y acariciaron su cabeza mientras ella se sonrojaba.

—Uhm, podrías intentar ser su amiga.

—¿Y cómo hago eso?

—Si casualmente te lo encuentras en todos lados, y lo saludas, se acabará acostumbrando a ti.

—Jungwon eres un genio –los dos chocaron las manos sonrientes.

—¿Cenamos en mi casa? No me apetece irme –Ni-ki miró su reloj, viendo cómo, comenzaba a hacerse tarde.

Ninguno debía pedirles permiso a sus familias, debido a que era algo usual, que pasaran tiempo juntos los cuatro, simplemente informarles.

—Esta bien, vamos a comprar cosas para la cena –Sunoo se levantó y les tendió la mano a cada uno de ellos para que se pusiesen de pie.

Incluso si en el colegio se burlaban de su poco dinero, YoungMi no tenía problemas económicos o algo así.

Vivían con el sueldo de su madre, el cual era más corto debido a que una parte de él se iba a los estudios de la menor.

Nunca conoció a su padre, aunque tampoco fue algo que la afectó en gran manera, Hanji actuó por los dos y la crió con todo el amor del mundo.

Estaba conforme con su vida, incluso si sonaba algo irónico, pensaba que tenía todo lo que necesitaba.

Los cuatro fueron al supermercado, donde se llevaron pizzas y muchos dulces, listos para pasar allí la noche, porque, todos sabían que quedarse a cenar significaba noche de películas.

Ni-ki vivía solo en un apartamento rentado por sus padres, los cuales vivían en Japón. Quizás era un poco joven para estar solo pero increíblemente subsistía en aquel lugar sin problema alguno.

Llegaron al apartamento y todos comenzaron a preparar las cosas.

Sunoo comenzó a buscar alguna película para ver, obviamente sabían que acabarían viendo algo de Disney si le dejaban al cargo, pero poco les importaba.

Jungwon comenzó a limpiar el desastre que había en todo el piso, cosa cual ya se le había hecho costumbre debido a que Ni-ki limpiaba dos veces al mes.

El japonés comenzó a meter las pizzas al horno junto a YoungMi, que colocaba dulces en los boles y ponía la mesa.

Ya con todo colocado, se sentaron para ver Frozen por octava vez, aunque Kim parecía emocionado como si fuese la primera vez.

—Cada vez que lo veo, pienso que Olaff es el mejor personaje –declaró Ni-ki, y YoungMi lo corroboró.

—Pero, ¿y el reno? Ese si que es fantástico –contradijo Jungwon.

Se sumieron en una guerra de cual era el mejor personaje, descartando increíblemente rápido a Anna y Elsa.

Quizás hicieron algo simple, pero para todos era lo suficientemente bueno como para querer repetirlo.

Sin darse cuenta, ellos 4 solo se necesitaban a ellos, tristemente no se habían dado cuenta todavía.