14 de febrero.
Una fecha bonita para algunos, normal para otros y pésima para otra parte de la población. Parejas bonitas, corazones rotos y lágrimas era lo normal ese día, porque, si eres adolescente es seguro que le das una gran importancia a este "increíble" día.
—Es sólo un invento del gobierno para sacarnos dinero –comentó Ni-ki en un audio a las 6 y media de la mañana, luego de haber estado toda la noche jugando a videojuegos, y ahora comenzaba a delirar debido a que tenía que ir a clase a ver a parejas bonitas besarse–. Las únicas que merecen amor son mis waifus.
Una llamada se hizo presente en el grupo de WhatsApp de sus amigos, y los 4 no tardaron en cogerla.
—¿Qué te tiene preparado Jay, YoungMi? –preguntó Sunoo emocionado.
—Bueno, hoy conoceré a sus padres...
YoungMi no podía quejarse en lo más mínimo de su relación, el rubio le daba todo lo que necesitaba y más, pero aún así, no podía sentirse llena y esperar un futuro con él, cosa que la entristecía pero no podía decirle a nadie.
—¡Qué bien! –exclamó Ni-ki sarcásticamente–. Otra pareja bonita a la que le quiero vomitar.
—Parece que te han roto el corazón, Nishimura –bromeó la chica llamándolo por su apellido, cómo solía hacer.
—Lo único que me han dañado ha sido a mi personaje, así que te callas. San Valentín es una mierda.
—Bueno, ¿os declararéis a alguien? –la chica cambió de tema, y todos se quedaron en silencio.
—Creo que es –la joven lo cortó con rapidez.
—Ya, Ni-ki, sabemos lo mucho que te gusta San Valentín.
—No hay nadie que me llame la atención –comentó Kim felizmente–. ¿Y tú, Jungwon? No has hablado en lo que llevamos de llamada.
Yang miró la pantalla de su teléfono con dolor, suspiró intentando reprimir todo lo que quería decir, y sabía que no podía ni siquiera pensar. Su enamoramiento por el estadounidense era cada vez mayor, y contra más grande se hacía, más dolía y más imposible lo veía.
—No hay nadie... estoy ocupado, adiós –colgó la llamada y se frotó los ojos con desesperación.
Sunghoon tomaba un batido frente a él, habían quedado antes de ir a clases para hablar sobre lo que harían.
—Me gustaría decir que no puedo entenderte pero que te apoyo... pero te entiendo perfectamente –el moreno se acostó contra el respaldo del sillón y cerró sus ojos molesto–. No lo aguanto, de verdad, quizás llevabas razón, hacerme amigo de ella no fue buena idea.
Porque sí, ahora Sunghoon y YoungMi se podían considerar amigos, e incluso habían parado las burlas constantes de Emily, Heeseung y Jake hacia la chica. Igualmente, el patinador de hielo se lamentaba de no haber hecho caso a Jungwon, porque cuanto más tiempo pasaba con ella, más le gustaba.
—Y ¿que harás? ¿Mandarle una carta? –preguntó sarcástico Jungwon, y Sunghoon abrió mucho los ojos.
—Eh... ¿mandarle un oso de peluche, chocolate y una carta era mucho? –rió nervioso y Yang simplemente chocó la palma de su mano contra su cara, decididamente, este chico no había tratado con una chica cómo YoungMi en su vida.
—Eso la hará replantearse su existencia, no enamorarla, idiota.
—Menos mal que no mandé a la orquesta más famosa de Corea para que le tocase una balada –susurró para si mismo y el chico con rostro similar a un conejo no pudo evitar reír, decididamente ese chico era sumamente ridículo.
—Por lo menos no habrás escrito la carta con tu letra, ¿no?
Sunghoon abrió los ojos con fuerza, y Jungwon quiso pegarle en esos mismos intentes.
—¡Podrías haberme dicho eso ayer antes de enviarla!
—¡Podrías simplemente no haberle enviado nada!
—¡Estoy perdido, Jungwon! ¡Ayúdame! –Park se colgó de los pies de su amigo, y este rodó los ojos mirándolo con seriedad.
—Llega antes que ella al colegio y quita la carta, si le quieres escribir otra dile a quién sea que lo haga o cambias tu letra –le propuso este y el patinador de hielo no tardó en abrazarlo.
—¡Eres un genio! ¡Gracias! –exclamó y el otro le devolvió el abrazo.
Poco después, cada uno se fue por su camino. Sunghoon corrió a las puertas de la escuela, esta ya estaba abierta, por lo tanto lo único que pudo hacer fue correr hacia el casillero de YoungMi, observando con horror cómo la carta estaba dentro de este, el cuál se encontraba cerrado con llave.
—¿Y ahora que hago? –se lamentó para si mismo, pero su esperanza no tardó en llegar, ya que Emily, Heeseung y Jake iban detrás de él, agotados de tanto correr.
—Te hemos visto corriendo, ¿qué ha pasado?
—Le escribí una carta, pero lo hice con mi letra y seguramente se de cuenta de que soy yo –explicó con horror el moreno.
Jake rápidamente golpeó la taquilla, pensando estúpidamente que así se podría abrir una taquilla con candados de miles de dólares. Maldijo en cuánto falló, pero Emily tenía una mejor idea. Sacó una horquilla de su pelo y rápidamente abrió la cerradura y sacó la carta con velocidad.
—Wow, ¿cómo lo has hecho?
—¿Enserio piensas que es la primera vez que hago esto?
—¡Ahí vienen! ¡Vámonos!
El australiano cerró con fuerza la taquilla y los cuatro corrieron para que la pareja no se diera cuenta de que habían estado allí antes. Park rápidamente guardó cómo pudo la carta en su bolsillo, le daba igual cómo quedara mientras él la tuviese.

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ꜱɪᴍᴘ (ᴘᴀʀᴋ ꜱᴜɴɢʜᴏᴏɴ)
Fanfictionˢⁱᵐᵖ|| -¿Qué puedo hacer por ti? -pedía ella persiguiendolo, el joven rodó los ojos molesto, debido a que siempre estaba detrás suya. -Dejar de ser una simp sería de gran ayuda -dijo con el mismo tono frío que siempre usaba. -¿Simp? ¿Me dirás que es...