Epílogo

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Sunghoon subió con mucho cuidado la cremallera del vestido de YoungMi, para luego girarla sorpresivamente y dejar un profundo y dulce beso en sus labios.

—No creo que Chenju debería haber venido –comentó hacia su novia, y ella asintió dándole la razón.

—No es sano ni para él ni para su mujer, Jinbae me cae muy bien, no merece estar con alguien que no la quiere en realidad.

Porque justo hoy era la boda de su madre junto con la que, hace unos años, había sido su profesora de música.

YoungMi y Sunghoon ya se habían incluso graduado de la universidad, y vivían juntos en un bonito apartamento cerca de todos sus amigos, con los que por suerte no habían perdido el contacto.

Jay y Jungwon seguían juntos, no vivían juntos ni nada parecido, porque antes buscaban poder ser independientes y después ya pensarían en lo demás.

Lamentablemente, cuando Emily y Jake llevaban dos años de universidad decidieron romper, ya que Emily conoció a un chico llamado Beomgyu con el que comenzó a salir, y siguen juntos. La parte buena era que Emily y Jake eran buenos amigos.

Sunoo había comenzado también a salir con una chica, pero a penas llevaba unos meses, por lo tanto todavía no estaba muy seguro de presentarla, y tampoco la llevaría a la boda.

Heeseung y Ni-ki seguían en su misma racha de solteros, aseguraban que no tenían a nadie y mucho menos lo necesitaban. Aunque Jake parecía habérseles unido, pero seguía coqueteando con todo el mundo.

Las cosas iban bien, eso era cierto, por fin todos habían conseguido una buena vida de la cual estar orgullosos. Todo iba excelentemente bien.

Sunghoon y YoungMi fueron al lugar dónde se celebraría la boda, y luego de una larga y aburrida ceremonia, todo el mundo comenzó a festejar, bailar y divertirse.

—YoungMi, te estaba buscando –saludó su padre–. Es bueno verte, Sunghoon.

—Lo mismo digo, señor Bae.

—¿Puedo hablar un momento con mi hija a solas?

Park rápidamente se fue de allí, saludando a Emily y Beomgyu y entablado una conversación con los dos, era muy fácil llevarse bien con Beomgyu debido a lo extrovertido que era, por lo tanto encajó muy bien en el grupo.

—¿Qué pasa, papá?

—Me voy a mudar –dijo de pronto, sorprendiendo a su hija en gran parte.

—¿Cómo? ¿Por qué?

—Porque no es sano seguir enamorado de tu madre, cuándo justo hoy es su boda. Jinbae y yo hemos hablado ya del tema, acordando el divorcio. Creo que me vendrá bien un cambio de aires, así que iré a Japón, al menos por unos meses –explicó y Lee no tardó en entenderlo, de hecho ella pensaba que era lo mejor que podía hacer.

—Está bien, te visitaré seguido –aseguró sin dudarlo.

—Sobre eso... Estuve pensando, ¿quieres venirte conmigo? Es decir, ya has aguantado una relación a distancia con Sunghoon en la universidad, podrías volver a hacerlo por un tiempo, ¿no?

Su hija lo miró claramente sorprendida, lo último que esperaba era aquella propuesta.

Pasó su mirada por todo el lugar, divisando a sus amigos, madre, madrastra y más gente que quería, para luego negar con la cabeza.

—No, gracias –dijo segura de su decisión–. No es algo que tenga que pensar mucho, mi lugar está aquí. No es sólo Sunghoon, no voy a dejar a gente cómo Jungwon, Ni-ki o Sunoo, que son mis mejores amigos.

—Deberías meditarlo un poco más, ¿no crees?

—Ya tengo la vida que quiero tener, no voy a necesitar nada, te quiero, papá.

Y con eso, terminó la conversación, siendo llamada por Ni-ki, quién jugaba al Just dance con niños pequeños.

—¡Le he ganado a un niño de 5 años! –exclamó felizmente mientras YoungMi comenzaba a reír.

—Me alegro de eso.

La fiesta pasó, dejando paso a una pacífica pero hermosa noche. Estaba sentada en el solitario jardín, debido a que todos estaban dentro bailando, mientras apreciaba la luna.

No tardó en sentir un peso a su lado, reconociendo al instante quien era gracias a la fragancia que emanaba.

—¿Cómo te va, simp?

—Luego de 7 años me sigues llamando así –comentó ella, apoyando su cabeza en el hombro de su novio.

—Me recuerda a cómo comenzamos a salir, es una especie de recordatorio diario de cómo empezó todo y dónde estamos ahora –explicaba.

—Era un poco acosadora en esos tiempos, pero nunca te llegué a devolver esos favores.

—Hay una forma de que me los devuelvas ahora mismo, YoungMi.

—¿Cómo sería?

—Luego de ver cómo tu madre se casaba... Creo que yo también quiero hacerlo, porque se que no te amo más que a ti –murmuraba, mientras el corazón de la joven se aceleraba ante sus palabras–. Quizás es un poco repentino, no hay una anillo de por medio ni nada, simplemente me quiero casar contigo.

—A mi también me gustaría casarme contigo, Park Sunghoon.

Y con un beso, sellaron su trato de amor verdadero, dándole final a su largo noviazgo para comenzar una nueva historia.

ꜱɪᴍᴘ (ᴘᴀʀᴋ ꜱᴜɴɢʜᴏᴏɴ)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora