Para todos, las cosas estaban bastante bien. Chenju se disculpó de maneras tan distintas que incluso les dio una plaza en el rico colegio a Sunoo, Jungwon y Ni-ki, por lo tanto ahora se veían el grupo de amigos todos los días.
Los padres de YoungMi no se llevaban de una forma perfecta, ya que el resentimiento seguía allí, pero al menos tenían una relación formal.
Y por último, había conocido a sus dos dulces madrastras, claro que guardando en total secreto que Chenju no estaba enamorado de su esposa, persona quién trataba a la joven mejor de lo que podía desear.
Pasaba dos semanas con su madre, y después, una cosa su padre. Aunque compartiera más momentos con la mujer, su padre había intentado recuperar el tiempo perdido.
Y las cosas con Sunghoon estaban por fin bien. Ya no me importaba su familia realmente, prefería estar con su novia a sufrir las constantes peleas.
Sólo les faltaba remediar una cosa, y esa era, que Emily y Jake debían comenzar a salir de una vez por todas.
—¿Qué vamos a hacer? –se quejó Heeseung–. No sé cómo conseguimos que Sunghoon conquistara a YoungMi, ¿cómo lo haré con otra pareja?
—Sólo haz lo que te hemos dicho –amenazó el patinador de hielo.
—Vale, vale, agresivo –murmuró, yendo hacia Emily para darle la carta que YoungMi había imitado perfectamente cómo la letra de Jake.
—¡Heeseung! ¿Qué pasa?
—Te querían dar esto... yo me voy.
Y rápidamente, huyó de la situación, mientras repetía la misma acción con su amigo australiano.
—No me hago responsable de esto –les dijo al grupo de 6 personas que lo esperaba.
—Ya ves cómo saldrá bien –aseguró Sunoo–. Cómo yo fui el de la idea obligo a que me inviteis a un helado después de clases.
(...)
—Te espero en la cancha de baloncesto a las 5 –terminaron de leer la falsa nota en voz alta.
Jake llevó la carta cerca de su nariz, oliendo a la perfección el rotulador de olor a vainilla que YoungMi usaba para casi todo.
—Nos han metido un trampa, que idiota he sido... –murmuró para sí mismo.
—Lo mismo digo –aseguró la joven, algo triste al darse cuenta de que no era él quién había enviado la nota.
Pero de pronto, algo hizo clic en su cabeza, dándose cuenta del estúpido detalle de que ella había ido al lugar porque quería confirmar la declaración de Jake, ¿él habría ido pars confirmar su declaración porque también le gustaba?
—Shim, ¿por qué has venido aquí? –se atrevió a preguntar con dudas.
—Eh... –nervioso, miró hacia un lado, confirmando así las sospechas de Emily.
—Me gustas –soltó fácilmente, eran dos palabras, pero se podía decir mucho en ellas.
—Tu también me gustas –rió levemente.
—Te dije que funcionaria, Heeseung –decía Sunoo saliendo de los vestuarios de los chicos.
Seguido de él, todos los chicos salieron, mientras YoungMi aparecía a través del de las chicas.
—Es estúpido que no os hayáis dado cuenta del olor del boli, me di cuenta demasiado tarde –se lamentaba Lee sonriente.
—Es vergonzoso que nos hayáis visto, ¿sabéis? –atacó el australiano.
—Más vergonzoso es que ligues hasta con el aire cuando te gustaba alguien –contraatacó rápidamente su mejor amigo.
Todos rieron felizmente, listos para celebrar a la nueva pareja.
—Quiero dar un claro aviso de que yo sigo sin creer en el amor –decía el japonés viendo a todos.
Si algo tenían en claro era que a Ni-ki le faltaba mucho para enamorarse, debido a que tenía que madurar y encontrar a una persona especial.
YoungMi miró a todos sorprendida, recordando aquella vez que se encontraron en la pista de hielo e incluso sus encuentros anteriores.
Cómo Heeseung, Jake y Emily se habían burlado de ella por no tener tanto dinero, cambiando drásticamente de forma de ser al darse cuenta de cómo podían afectar sus acciones.
De la forma en la que Ni-ki, Sunoo y Jungwon odiaban a muerte a aquel grupo, siendo sus mejores amigos que la pensaban proteger de todo lo malo que le podría pasar, y ahora también se consideraban amigos entre ellos.
Y miró a Jay con leve nostalgia, sin ningún sentimiento que no fuera amistad de por medio, pero recordando todos los momentos que vivieron felices juntos.
Por último, su vista descansó en su novio, quién miraba felizmente a su mejor amigo. Habían pasado tantas cosas, pero estaba contenta de que por fin todo estuviera en su cauce.
Decididamente, las cosas estaban dónde debía estar.
(...)
Sunghoon acarició lentamente la mano de su novia con dulzura. Cumplían seis meses juntos y estaban teniendo una cita para celebrarlo.
—Entonces, ¿has decidido que estudiarás? Vamos a pasar a la universidad en unos meses –comenzó a hablar ella.
—Realmente no, sólo sé que no me pienso ir de Seúl.
—¿Por qué?
—Porque tú no te irás de Seúl –explicó para dejar un corto pero dulce beso en sus labios.
—Sunghoon, que yo esté aquí no hace que tu no te puedas ir, a estas alturas creo que un poco de distancia no va a romper nuestra relación.
—No es por romper o no la relación, simplemente no me quiero alejar de ti.
—Si quisieras ir a otra ciudad, podría pensar ir a ella, tengo tan buenas notas que me darán una beca dónde sea.
—Oh... ¿así que sigues siendo igual de simp que al principio? –se burló Sunghoon sonriente, observando alegremente a Lee, recordando el cómo siempre la llamaba así.
—Le debo recordar, señor Park, que después dejó ver que el verdadero simp era usted –respondió siguiendo el juego.
—Cállese, ser increíblemente molesto y pesado.
Y con eso, volvió a besar alegremente sus labios.
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Y con esto sólo queda el epílogo, me da algo de pena que termine ya esta historia :')))
Hasta el momento solo me han comentado que publique el fanfic de Sunoo, así que es la que publicaré creo

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ꜱɪᴍᴘ (ᴘᴀʀᴋ ꜱᴜɴɢʜᴏᴏɴ)
Hayran Kurguˢⁱᵐᵖ|| -¿Qué puedo hacer por ti? -pedía ella persiguiendolo, el joven rodó los ojos molesto, debido a que siempre estaba detrás suya. -Dejar de ser una simp sería de gran ayuda -dijo con el mismo tono frío que siempre usaba. -¿Simp? ¿Me dirás que es...