Emily corrió para sentarse al lado de Sunghoon con un suspiro.
—Menos mal que no me gustas –susurró para si misma, debido a que iba muy desarreglada para cómo ella acostumbraba.
El año nuevo ya había pasado, así que la vuelta a clases no tardó en llegar. Sunghoon sabía perfectamente lo que eso iba a significar, tener que ver a Jay y YoungMi abrazados constantemente.
Nadie había dormido bien o si quiera haberse preocupado por su aspecto, estaba completamente deprimidos por tener que despertarse temprano y ver el rostro de los profesores todas las mañanas, de nuevo.
—Tranquila, recuerda que esto es sólo un pacto.
Sunghoon y Emily estaban comenzando a llevarse bien. Al chico nunca le agradó ella, debido a que la veía presumida y egocéntrica, sin contar sus tratos hacia YoungMi.
Lo que nunca supo es cómo el trato que recibía de sus padres le había hecho ser así. Siempre le inculcaron que quién no tenía dinero no servía de nada y que debía casarse con alguien rico y guapo que aumentara su dinero y estatus.
No pudo negar que le dio algo de pena, debido a que su vida era bastante parecida, así que encontraron una especie de lugar seguro refugiándose el uno en el otro y confiándose cosas.
Emily no era mala chica, había recibido una mala educación y otra visión del mundo, pero al fin y al cabo, su culpa no era. Se dio cuenta con rapidez al conocer a Sunghoon de que lo mejor era cambiar y de que hacía daño a la gente.
La joven se había alejado de todas sus amigas en aquellas navidades, y sólo se juntaba con el trío de chicos, los cuáles resultaron ser más divertidos de lo que esperaba. Todavía le quedaba mucho por saber, pero no tenía ningún tipo de prisa por ello, poco a poco iría mejorando.
—Ahí vienen ellos, están abrazados –le informó la joven dándole una leve sonrisa en un intento de que no le doliese, cosa cuál no pasaría.
Sunghoon llevó su mirada hacia otro lugar, debido a que no se sentía con las fuerzas suficientes para hacerlo, ¿cómo Jungwon fue capaz de soportarlo durante todas las navidades?
—¿Por qué te gusta ella? –soltó de repente la castaña, y Park se quedó unos segundos pensativo.
—Puede que te hayas dado cuenta de que nunca le he prestado especial atención a alguna de las chicas. Simplemente me gustaba observarla desde lejos, me fijaba en todo lo que hacía pero si decía algo en voz alta estaría en problemas, así que me lo callaba. El día que Jake se burló de ella no aguanté más, le dan un trato muy injusto. Creo que desde ese día no he podido dejar de pensar en ella –suspiró con dolor y se recostó en el banco de la entrada, Emily palmeó su espalda y le dio una diminuta sonrisa.
— Todo va a estar bien, ¿si?
Se levantó y le tendió la mano, el la aceptó y entraron a la mítica clase de química que tenían todos los lunes a primera hora. Cómo solía ocurrir, Heeseung y Jake no se encontraban presentes allí.
—Poneros en parejas, por favor –el patinador de hielo supuso que tendría que estar con Emily, pero no ocultó su sorpresa cuándo ella se levantó y fue a hablar con Jay, el cuál asentía confundido a lo que decía.
—¡Sunghoonie! Cómo ninguno de los dos entiende muy bien química y tanto Jay cómo YoungMi son muy buenos en ella, ¿te quieres sentar con YoungMi para que te lo explique todo?
Decididamente, esa chica se merecía un Óscar y un altar en esos mismos instantes, debido a que era totalmente creíble, y en parte un poco cierto.
El chico se levantó felizmente de allí para que Jay y Emily se sentaran, y se dirigió junto a YoungMi, la cuál estaba concentrada escribiendo algo en su cuaderno. Se sentó a su lado y tiró de un mechón de su pelo para que le prestase atención, pero se veía que no se estaba percatando de su presencia.
—¡Jay! Te dije que no hicieras eso –se giró con un puchero entre sus labios, y su cara se transformó al darse cuenta de que no era su novio quién le había tirado del pelo–. ¿Qué haces tú aquí?
—Ni Emily ni yo entendemos algo cómo te pudiste dar cuenta la última vez que nos sentamos juntos, así que me vas a tener que enseñar.
YoungMi suspiró, no era una persona celosa pero el simple hecho de que la joven que la hubiese estado molestando desde que entró al colegio fuese a pasar tiempo con su novio no era lo mejor del mundo. Sin contar, claro, que además debería estar toda la hora con Park Sunghoon, persona la cuál la estuvo ignorando por mucho tiempo.
—¿No soy una Simp? Haberlo hecho con Jay si tanta ayuda necesitabas.
—En mi defensa diré que eres mi Simp favorita –sonrió mostrando sus alineados y perfectos dientes.
Lee maldijo para si misma debido a los nervios que le producía estar con ese chico, aún teniendo novio. Decididamente luego de eso tendría que pasar mucho tiempo con Jay para borrar al joven de su mente.
—Sólo hagamos el trabajo –reprochó ella evitando su mirada.
—He pensado que podríamos quedar un día –comenzó a divagar sin prestarle ningún tipo de atención al anterior comentario.
—Tú tienes novia, y yo tengo novio –le dijo con crudeza, no podía permitirse volver a tener ese leve sentimiento por Sunghoon, Jay no merecía eso.
—Qué anticuada estás, dos personas pueden quedar sin ser pareja.
YoungMi no pudo decir nada porque llevaba razón, era usual que quedase sola con Sunoo, Ni-ki o Jungwon y nunca lo vio raro, pero cuando se trataba de Sunghoon era diferente.
—¿Podemos simplemente hacer el trabajo?
No, no iba a ser tan fácil esta vez.

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ꜱɪᴍᴘ (ᴘᴀʀᴋ ꜱᴜɴɢʜᴏᴏɴ)
Fanfictionˢⁱᵐᵖ|| -¿Qué puedo hacer por ti? -pedía ella persiguiendolo, el joven rodó los ojos molesto, debido a que siempre estaba detrás suya. -Dejar de ser una simp sería de gran ayuda -dijo con el mismo tono frío que siempre usaba. -¿Simp? ¿Me dirás que es...