Capítulo 18

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El patinador de hielo no pudo evitar soltar una pequeña carcajada, observando frente a él a su nervioso mejor amigo. 

—¿El chico que le coquetea hasta a el aire se ha enamorado? –se burló de él, mientras el australiano dirigía su mirada a otro lugar sonrojado. 

—Sólo ayúdame, quiero salir con Emily –pidió, era bastante obvio que Emily y Sunghoon eran más cercanos que Jake y la chica, así que tenía sentido que le pidiera ayuda a Park. 

—¿Por qué no simplemente te declaras? Si te rechaza no importa, tienes a muchas más chicas detrás –le quitaba importancia, no lo estaba tomando realmente enserio. 

—Porque no quiero salir con alguien que no sea ella –susurró mientras se terminaba de poner rojo. 

—Estoy seguro de que le gustarás, eres el gran Shim Jake –alababa su mejor amigo divertido. 

—Qué a ti te vaya bien en el amor no hace que el resto de la población no seamos unos desgraciados, de hecho, hace apenas un mes le seguías llorando a tu amor imposible con Lee. 

—Eso no es verdaderamente importante, ahora estamos juntos. 

—¿Tus padres lo saben?

Sunghoon eliminó al instante su sonrisa, quedando en aquel rostro frío y cortado, sabía que esa pregunta iba a llegar en algún momento, de parte de Jake o de Heeseung. 

Y realmente, sus padres no tenían ni la más remota idea de que si quiera hablaba con chicas, probablemente ahora estuvieran preocupados por encontrar una chica para que se casara con él, dando a su hijo cómo un caso remotamente perdido. 

Si hubiera salido con cualquier otra chica no debía haber problema ninguno, pero, para su desgracia, salía justamente con la chica de menor clase social de ese colegio. Para él, claramente, no era ningún tipo de problema, para sus padres el más grave de todos. 

Pensaban que si alguien era de un rango menor al suyo merecía ser despreciado, y ni siquiera merecían un minuto de su tiempo. 

—Tus padres se van a dar cuenta –advirtió Shim algo preocupado–. Te estás comenzando a saltar entrenamientos para verla, ¿crees que tu entrenador no los va a informar en algún momento? Se te acaban las excusas. 

—Jake si la presento me echarán de casa –murmuró asustado–. Tampoco puedo hacer eso.

—¿Y cuál es tu plan, entonces? 

—Graduarme de la escuela, entrar a una buena universidad mientras sigo con el patinaje, graduarme también, conseguir un muy buen trabajo dónde paguen excelentemente bien, llevar ya unos 5 años con YoungMi, pedirle matrimonio y la tarde de antes de la boda decirles a mis padres que me voy a casar. 

—Suena un plan propio de ti –admitió su mejor amigo sarcásticamente–. No creo que puedas ocultar 5 años con una relación, iniciando porque ni siquiera sabes cuánto va a durar esta relación. 

—No estoy aquí para que me eches un sermón de padre, Jake, de hecho, estaba aquí para ayudarte a salir con una chica, cuida tus palabras.

El australiano bufó mirando hacia otro lado y se levantó del cómodo sofá en el que se encontraba, observando algo desde fuera curioso. 

—¿Esos no son YoungMi y Jay? –preguntó vacilante, mirando a los dos chicos hablar animadamente. 

Sunghoon se levantó de su asiento, observando cómo su novia pasaba por ahí con el estadounidense hablando de algo, sin tomarle mucha importancia, se encogió de hombros y volvió a su sitio, confiaba en ella. 

—Si lo son. 

—No creo que sea muy normal que queden. 

Claro, Jake no tenía ni idea de lo que Jay estaba haciendo por la chica, debido a que gracias a él conocería a su padre de una vez por todas. Sabía que la cena sería ese viernes y muy probablemente hubieran quedado para acordar todo, a parte de que eran amigos. 

—Tienen motivos. 

Obviamente, Park no iba a contar los motivos, debido a que eso era la vida de Lee y no le correspondía contárselo a él. Jake volvió a su lugar no muy seguro, claro, si hubiera escuchado la conversación entre los dos no dudaría. 

—¿Así qué Jungwon? Realmente me alegro, sé que le gustabas desde hace un tiempo ya –admitía YoungMi. 

—Estamos yendo bastante lento, no hace mucho más de un mes que tu y yo rompimos, y no queremos apresurar las cosas –decía felizmente. 

Lee ya sabía que estaban saliendo, ya que su mejor amigo, nada más declararse, la llamó emocionado para contárselo. 

—Es lo mejor que podéis hacer, sí –aseguró ella, extremadamente alegre por sus dos amigos. Una pequeña culpa se había ido de su pecho al saber que Jay la había olvidado por fin. 

—Por cierto, ¿estás lista para el viernes? –preguntó no muy seguro, Young inclinó su cabeza a un lado, pensando bien su respuesta. 

—No lo sé, sólo se que no quiero hacer esto sola, por favor, no te separes de mí –pidió algo atemorizada. 

Tenía algo de miedo, al fin y al cabo, iba a conocer por primera vez a aquel hombre que la abandonó.

ꜱɪᴍᴘ (ᴘᴀʀᴋ ꜱᴜɴɢʜᴏᴏɴ)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora