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Narae se preguntaba porque la regla número tres le daba escalofríos, se oía terriblemente escalofriante. No molestar a los chicos importantes del instituto, ¿sabría quienes eran con sólo verlos? No quería cometer ningún error, imaginaba que era grave.

La oficina del decano estaba justo frente a ella, se colaba un poco de luz por debajo de la puerta lo que indicaba que aún seguía ahí. Tocó un par de veces, no hubo respuesta.
Tocó de nuevo y está vez escucho un pase del otro lado. Abrió con mucho cuidado y asomando su cabeza encontrando a un hombre más o menos de la edad del señor Kim.

Decano Jeon


La placa encima del escritorio lo decía todo la igual que el traje y reloj que llevaba puesto, también era un hombre de dinero.

-Tu debes ser........... Narae, el señor Kim me habló de ti por teléfono, espero te sientas cómoda aquí en el instituto

-M-muchas gracias, señor Jeon

-Por favor, soy menor que Kim, puedes llamarme Jungkook, solo cuando estemos a solas, para que los demás no lo malinterpreten. Mi hija te mostrará el lugar mañana en la mañana, mientras tanto, esta es la llave de la habitación, compartes con ella

-Gracias, se-digo Jungkook

La chica salió de la oficina y comenzó a buscar el dormitorio, ni siquiera sabía dónde estaban, tenía que ir al patio principal y mirar el mapa que había de todo el instituto.

Se fijo en la ruta y comenzó a caminar con su equipaje, hasta finalmente llegar al edificio. El guardia la vio y camino hasta ella con molestia. Carajo había olvidado la regla número dos.....

-¿Que hace usted aquí? ¿Acaso no lee las reglas?

-N-no, yo acab-

-Usted vendrá conmigo

Narae comenzó a tratar de explicarle, sin embargo era inútil, el viejo ni siquiera la escuchaba. Vaya que era terco, su abuelo también era así cuando ella era pequeña y lo hacían enojar, que recuerdos.

-¿Que está pasando aquí?

Una chica con pijama de conejo estaba en el umbral de la puerta principal de los dormitorios tallando sus ojos y tratando de enfocar la situación al máximo.

-Señorita Sihyeon, no fue mi intención despertarla y hacer tanto alboroto, pero esta estudiante andaba por los pasillos a estas horas de la noche

-Acaba de llegar, Walter, ¿acaso no ves su equipaje? Es mi compañera de habitación, ¿papá no te avisó?

-Lo siento mucho, no recordaba, este trabajo ya no es para mi

El viejo, llamado Walter sólo se disculpaba y comenzó a caminar sin decir nada más. Por otro lado Sihyeon solo negó divertidamente y le hizo señas a Narae de que la siguiera.

-Lamento el comportamiento de Walter, en ocasiones olvida las cosas, el doctor le había dicho que no era nada grave, pero pienso distinto

-No hay problema, gracias de todos modos

-Muy bien, es aquí, desempaca mañana si quieres, ahorita ya es tarde, después te enseñaré el instituto. Tus libros están en esa caja, nuevos 6 bien forrados, si necesitas algo no dudes en decírmelo

-Muchas gracias Sihyeon

-¿Te dí permiso de llamarme así?

-N-no, yo lo sien-

-Solo bromeó, hubieras visto tu cara. Seremos compañeras de cuarto después de todo, hablemos informalmente, no tengo problema con ello

La mañana llegó y Narae ya estaba más que despierta, su despertador interno le dijo hace más de cuatro horas que ya se levantara, pero nadie estaba despierto a esa hora

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La mañana llegó y Narae ya estaba más que despierta, su despertador interno le dijo hace más de cuatro horas que ya se levantara, pero nadie estaba despierto a esa hora. Tuvo que esperar a que Sihyeon se levantara hasta las siete de la mañana, la rutina de todos los días había cambiado.

Su compañera de cuarto se levantó un tanto despeinada y sorprendía de que Narae ya estaba vestida y lista con su uniforme nuevo.

-Las clases empiezan a las ocho, ¿porque estas lista tan temprano? Ni siquiera me he bañado

-Bueno..... Yo tengo la costumbre de levantarme temprano

-Temprano a que hora, ¿hace una hora?

-Hace cuatro, perdón

-¿Porque te disculpas? No hiciste nada malo, solo tienes ese hábito, no es nada de que avergonzarse

Sihyeon entro al baño a darse una ducha y salió a cambiarse colocando su uniforme. Éste era bastante lindo, falda roja de cuadros al igual que la corbata y sacó blanco con detalles blancos, resaltaba mucho.

La chica le indico a Narae cuál era los libros que tenía que llevar y el nombre de los maestros con los que le tocaba clases.
Calculo, física y literatura eran las materias teóricas que le tocaban, luego de eso seguía deportes. Narae era pésima para ello, a duras penas podía atrapar un balón y corriendo era bastante mala.

-Muy bien, tu primer día tiene que ser bueno, tienes que dar una buena impresión. Aunque creo que ya la tienes o al menos para mí, después de todo mi papá dijo que habías salvado al señor Kim

Las noticias vuelan rápidamente, pensó Narae. Creyó qué sólo Kim y sus padres lo sabían, pues no, no era así.

-Me imagino que ya leíste las reglas, son de gran importancia, en especial la última. Trata de no hacer el ridículo ni molestarlos, son como el diablo en persona

¿Acaso Sihyeon estaba hablando del grupo de populares?. Ahora que lo piensa no había visto señales de ellos, debería de tener cuidado, pueden estar en cualquier lado y lucir como estudiantes comunes y corrientes.

-Los reconocerás en cuanto los veas, ni siquiera papá a podido con su comportamiento y ha tenido que soportarlo

-Los reconocerás en cuanto los veas, ni siquiera papá a podido con su comportamiento y ha tenido que soportarlo

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¿Porque la gente les tenía miedo?, si, eran millonarios pero........ eso no les permitía pasar sobre otras personas o ¿si?

-Debes tener cuidado Narae, no te involucres cuando haya problemas con ellos, puede terminar muy mal, el último estudiante becado terminó en el hospital por culpa de uno de ellos

-¿Pues que hizo?

-Iba a sacar a la luz lo que sucedía en esta escuela de mierda, escucha Narae, ni siquiera los maestros interfieren cuando sucede algo, la mayoría le teme a ese grupo, pero muchos disfrutan lo que hacen, dan miedo. Hablando de los reyes de Roma

Los gritos de las mujeres y uno que otro hombre se hicieron presentes en el pasillo. En la entrada del instituto se habían detenido cuatro autos de colores, la puerta de cada uno de estos se abrió dejando ver a chicos bastante altos y guapos, abrigos de piel, sacos largos y zapatos de más de diez mil dólares.

Narae recordó las palabras de Sihyeon, no te involucres con ellos, ahora se daba cuenta porque y eso apenas iniciaba.

Colegio de Ricos [Lee Taeyong] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora