Colegio de Ricos [Lee Taeyong]

20

La noche había caído y ahora los seis chicos estaban alrededor de la hoguera, reían y conversaban, algunas veces se molestaban debido a que Sihyeon y Johnny peleaban pero después de eso se arreglaban un poco.
Narae se levantó junto con Sihyeon y simplemente caminaron a la cocina de la cabaña, Taeyong no sabía lo que le esperaba.

—¿Alguien sabe a dónde fueron?

—No idea pero dan miedo cuando planean algo juntas

Narae salió primero de la cabaña con un pastel en manos y detrás de ella venía Sihyeon con la bocina, Taeyong había olvidado por completo que era su cumpleaños todos los años siempre lo recordaba, pero ahora la que lo recordó fue ella.

—Feliz cumpleaños a ti, feliz cumpleaños a ti

En cuanto termino de sonar la canción, Narae acerco el pastel al chico y éste soplo las velas con una sonrisa en el rostro, le impresionaba que ella supiera cuando era su cumpleaños y cual era su pastel favorito, a penas se conocían.

—Le pregunté a tu madre y le encargue a Sihyeon que comprara el pastel, espero no te moleste

El rubio negó con una sonrisa en el rostro, tomó el pastel de la chica y lo dejó en el asiento para después dejar un beso en su mejilla. Narae quedó sorprendida ante esa acción.

—Así que por eso me hiciste parar en una pastelería

—Cállate Kim, era algo importante

—Muy bien tortolitos, si quieren seguir en ese camino por favor vayan a su habitación, de verdad son empalagoso

—Johnny, sera mejor que te calles, tu siempre tienes sexo en cualquier lugar y nadie te dice nada

—Te aseguro que también quieres eso Sihyeon, quieres acostarte conmigo

La contraria no dijo nada y bajó la cabeza para después darse la media vuelta y caminar a la casa. Su paso era apresurado y no azotó la puerta, entró como si nada.

—De verdad me sorprende que no hayas cambiado después de accidente

—No te metas Yoonoh y tampoco me miren así ustedes tres, ella buscó esto simplemente no puedo dejar que se acerque mas a mi

—Uno nunca puede controlar sus sentimientos, lo digo por que conozco a alguien que nunca lo hizo

—¿En serio? ¿Quien? Lo más seguro que alguna amiga imaginaria que tengas, nunca asististe a una escuela, ¿como se supone que te crea?

—Suh te estás pasando

Taeyong quiso soltarse del agarre de la chica pero ella no lo dejó. Simplemente miró a Johnny y suspiró.

—Si, tienes razón, nunca he asistido a una escuela, pero conozco a una amiga desde pequeña, es mayor que yo y te diré algo, siempre estuvo enamorada del mismo chico aunque el la hubiera rechazado, ocho años se la pasó así. Al final terminaron juntos

—¿Y eso que tiene que ver conmigo?

—Terminarán como ellos, tenlo por seguro. Sino los une sus sentimientos el destino lo hará. Pero te voy a decir algo no trates mal a Sihyeon, es una buena chica y tu lo sabes

Y Narae se fue de ahí entrando a la casa para subir a la habitación de su amiga que solamente estaba en el suelo derramando lágrimas y echa bolita en una esquina de la habitación. Le recordaba a alguien.

Los cuatro chicos estaban en silencio en la hoguera, había pasado una hora desde que las chicas habían entrado a la casa y ninguno se quería mover debido a que el ambiente estaba tenso.
Taeyong nunca había pasado su cumpleaños así, se sentía solo pero a la vez acompañado de sus seres queridos.

—Iré con ella, los veo luego

—Nosotros también te acompañamos, Johnny se quiere quedar un rato mas aquí, supongo que no quiere ver a Sihyeon.

Kim simplemente le dio unas palmaditas en la espalda y entró, Yoonoh detrás y Taeyong recogió su pastel.
En cuanto entraron vieron a amabas chicas en el sofa con los controles de la consola en las manos y profundamente dormidas, el televisor marcaba que claramente habían perdido.
Al rubio le dio mucha ternura ver a Narae así, sin dudarlo se acercó y con cuidado quitó todo de sus manos para tomarla en brazos y subir las escaleras con dirección a su habitación.

—¿Lo habías visto así? En mi vida había visto a Taeyong así de cariñoso

—Supongo que Narae por fin domó a la bestia, pero aún falta alguien más

Ambao miraron hacia afuera y vieron al estadounidense con la mano en su rostro. Suspiraron rendidos pues sabían que nunca entraría en razón. Su amigo era un cabeza dura.

—Llevaré a Sihyeon a su habitación, buenas noches Yoonoh

—Buenas noches Kim

Yoonoh se quedó arreglando todo en la sala cuando la puerta se abrió y vio entrando a Johnny con las muletas. Sabía que tendría que hablar con él y por lo menos hacerlo razonar un poco.
No tuvo que decir nada, simplemente lo vio sentarse en el sofá y cuando menos lo esperaba rompió en llanto, jamás en su vida lo había visto llorando de esa manera.

—Yoonoh golpeame, hazme reaccionar, por favor

En menos de lo que esperaba el puño del contrario ya estaba en su cara y él tumbado en el sillón quejándose debido al dolor.

—¡Era en sentido figurado, imbecil de mierda!

—Ay, perdón

—No entiendo como vas a estudiar para Juez, te tomas muy en serio las cosas

—Cállate o te pego de nuevo

Escaleras arriba, Taeyong estaba acostado junto a Narae quien solo apretaba el torso debido a que sentía el calor del chico. El rubio no podía estar más cómodo que en ese momento, su corazón palpitaba lentamente y con calma.

—Narae

Le había llamado por su nombre, ya no le decía florecitas, algo dentro de él estaba cambiando y vaya que lo hacía.
Ella solo se quejó, quería dormir un poco más.

—Narae~

—¡Estoy despierta!

Se levanto de golpe asustando al chico, después solo río, y se sentó junto a ella, tomó su nuca y pego sus labios con los ella, está vez el beso no era para fingir ser una pareja, sino que ahora lo hacía porque le había nacido hacerlo. Ya no fingiria ser una pareja con ella, sería su novio aunque ella se negara.
Se separó lentamente de sus labios y dio un suspiro largo, más las palabras de ella lo dejaron sorprendido.

—Hazlo de nuevo

No lo dudo ni un segundo más y volvió a besarla, la sentó sobre su regazo a horcajadas mientras sostenía su nuca con posesión y ternura, su mano subia y bajaba de su espalda y eso sólo hacia que Narae sintiera mariposas en su estómago.

—Me gustas

Susurro contra los labios de ella, lo había admitido, le gustaba Narae y la protegería más que nunca.