Colegio de Ricos [Lee Taeyong]

8

Narae seguía en el suelo tocando su cuello por la sensación tan rara que le había dado Taeyong al acercarse.
Se miró en un espejo, la marca roja era bastante notoria, sus manos seguían temblando del miedo y secando las lágrimas de sus ojos comenzó a caminar aunque no sentía las piernas.

Creyó que Taeyong ya se había ido, todo lo contrario seguía afuera recargado en la pared, levantando una ceja y pasando su cabello hacia atrás.

-Muy bien, tu primera tarea. Deberás hacer todo esto

Le dio una pila de libros tanto como taparle todo el rostro y chasqueó la lengua encaminando a Narae hacia su dormitorio para luego dejarla a suerte y escuchar un golpe en seco en el suelo.

-Con cuidado florecitas, puedes lastimarte

La chica comenzó a levantar todo del suelo para después tratar de ponerse de pie con ayuda de la pared a su lado. La pila de libros era enorme, lo suficiente como para preguntarse de donde la había sacado si no llevaba nada en las manos cuando salió de la habitación.

-¡Te veré en tu dormitorio mañana al inicio de clases, vendrás conmigo!

Narae siguió caminando respirando rápidamente debido al peso de los libros, tenía condición pero no fuerza en los brazos o al menso no suficiente como para cargar tanto peso.

Chocó contra algo haciendo que casi se cayera y tirara todo de nuevo. Trato de mantener el equilibrio, los libros cayeron y ella seguía el mismo rumbo.
Las manos en su cintura impidieron que ella cayera hacia atrás, su rostro se encontró con la pequeña sonrisa de conejo de Doyoung. La colocó de pie en posición estable y luego la soltó para comenzar a levantar los libros.

-Debes de tener más cuidado, déjame ayudarte

-¡NO! Q-quiero decir, no es necesario, no quiero que tengas mas problemas con Taeyong

-No te preocupes.... Ammm, ¿como te llamas?

-Narae, Song Narae, lamento no haberme presentado antes y gracias por lo de ayer

-No sirvió mucho, después de todo Walter casi te atrapa, ¿encontraste lo que buscabas?

-No, no lo encontré

Doyoung dio una sonrisa divertida antes de buscar en su bolsillo el celular que había encontrado en los arbustos el día anterior por la noche.

-Es este celular lo que estas buscando, ¿no es así? Lo encontré ayer por los arbustos, debe ser el que buscabas

-Si, muchas gracias

Se emocionó tanto como para arrebatarlo de sus manos y luego abriendo los ojos como platos ante su acción se disculpo.

-No quise...

-Descuida, debe ser importante para ti

-Pará mí amiga, no para mi, me pidio que lo encontrara porque tenía cosas personales ahí