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La lluvia comenzó a caer en toda la ciudad. Taeyong estaba recostado en su cama tranquilamente  mientras jugaba videojuegos y sacaba la lengua para concentrarse.
La vibración en su cama hizo que maldijera por lo bajo y pusiera pausa en la pantalla. El teléfono que sonaba era el de Narae, lo miró durante unos segundos y volvió a lo que estaba haciendo, sin embargo este volvió a sonar.

—Me lleva la~ ¿¡Que!?

Ou, ¿este no es el teléfono de Narae?

Si, ¿quien la busca?

Soy su madre, ¿quien eres tú?

Eso le cayó como un balde de agua fría a Taeyong, suspiró y tocaba el puente de su nariz mientras pensaba en que contestar.

¿Hola? ¿Sigues ahí? ¿Chico de linda voz?

—¿Que? Ah si, aquí estoy

Creo que no está contigo, en cuanto la veas, ¿podrías decirle que la llamé?, no nos a hablado en estos días, esa mocosa

Claro, yo le digo. Hasta luego

Oye, no esper~

Y la llamada la colgó, Taeyong comenzó a desesperarse y replantear que debería hacer. El trueno que cayó hizo que brincara del susto para luego revolver su cabello y levantarse lo más rápido posible, colocándose un abrigo y tomando sus llaves para comenzar a salir de su habitación.

Manejando por la carretera (otra vez),  Taeyong iba buscando a Narae, no había señales de ella y la lluvia no era de mucha ayuda

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Manejando por la carretera (otra vez),  Taeyong iba buscando a Narae, no había señales de ella y la lluvia no era de mucha ayuda.

¿Donde estas florecitas?

Susurró para sí mismo, a pesar de llevar las luces del auto encendidas, la lluvia impedía ver algo a nos más de cinco metros, debía tener cuidado.
El pánico cundió su rostro cuando del otro lado de la carretera un auto pasó y con sus luces dejó ver a la chica tirada en el suelo como trapo viejo.

Inmediatamente se detuvo, bajó y asegurándose que no pasara ningún auto atravesó la carretera. En cuanto llegó con ella sintió como su piel estaba helada, su respiración pesada y no reaccionaba, se había desmayado. La tomó en brazos y la subió al asiento, arrancó y dio vuelta para volver al instituto.

—Carajo, estas helada

Se quitó su suéter y lo colocó encima de ella, no había respuesta por parte de ella, su pulso era muy débil y tardaría más en llegar al hospital que encontrar un doctor en el instituto.

Finalmente llegó y con prisa bajó a la chica para llevarla a su habitación en lo que buscaba un doctor en el camino. Afortunadamente la enfermera aún seguía en servicio, ella podría ayudarle, para su mala suerte, tenía hipotermia por haber estado expuesta al frío durante tanto tiempo.

Colegio de Ricos [Lee Taeyong] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora