Cuando lo escensial escasea , la supervivencia es lo que prevalece en la mente de los que deben concentrarse más en no morir ante las carencias. No tienen el privilegio de pensar en realmente vivir la vida. Hacer amigos , divertirse , sentir la adre...
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Mís ojos estaban fijos en mí mano , esperando pacientemente a que el que parecía ser un mayordomo de la mansión termine de vendar mí palma. Había una toalla sucia a un lado del sillón en el que estaba sentada , la tela tenía aún los manchones de sangre que salieron de mí herida hacía unos momentos atrás. El ardor era persistente , pese a que no era un dolor que me generará un especial martirio , me aseguraba de soltar quejidos cada cierta cantidad de tiempo con tal de reafirmar constantemente mi papel de mujercita delicada.
Me tomé la molestia de pensar en los sucesos más tristes en mi corta vida con tal de generar al menos algo de humedad real en mis ojos. Cuando me quedé sin recuerdos tristes que no haya llorado antes , empecé a imaginar hipotéticos escenarios en los que todo resultaba una tragedia.
Tal vez que todos mueran en esa batalla contra la tripulación de Kuro. Poner un pie en ese terreno y verlos a todos llenos de sangre en el suelo , estaría sola otra vez. Esa simple idea fue suficiente para angustiarme y mantener una imagen compungida durante los siguientes quince minutos.
Las manos del mayordomo eran delicadas conmigo , la forma en que rodeaba el corte ahora limpio con las vendas parecía la suave caricia de retazos de seda rozando mi piel. Aunque soy bastante resistente a los cortes , el cuidado excesivo del hombre era reconfortante , me sentía como una niña pequeña después de rasparme la rodilla.
El silencio en el salón no era para nada incómodo , desde que ese guardia me dejó aquí no puedo dejar de pensar en que es la primera vez que estoy dentro de una mansión sin malas intenciones. El tipo de personas que normalmente me habrían perseguido ahora me estaban ayudando. Este vestido era incómodo , pero me hacía sentir como una princesa.
Era agradable no sentirse una forajida...
Me tomé el tiempo de detallar la habitación , las decoraciones presentes en cada rincón del cuarto , en las paredes , en el techo. Los libreros llenos de libros que jamás había visto en mi vida , la alfombra sin una mota de polvo y el sillón más esponjoso en el que jamás haya apoyado mi trasero. Por inercia detuve mi mirada en el mayordomo , su cabello rizado y blanco se asemejaba a la lana de una oveja sin esquilar. Incluso tenía unos simpáticos cuernitos en los laterales de su cabeza.
¿Seran de verdad?
Antes de iniciar este viaje habria dado por seguro que eran decoración , es curioso como después de unos días ya no confío tanto en mis ojos. Si hay piratas payaso capaces de separar partes de su cuerpo y Marines con un hacha en vez de mano , definitivamente podría creer que alguien tenga cuernos reales.
Mi mirada fija en su cabeza debió llamar la atención del mayordomo , solo espero que no crea soy grosera_ No busco ser entrometido señorita...¿Pero quién era el hombre que la perseguía a las afueras de la casa?_ Cuestiono cuidadosamente. Internamente me alivie de que no sea nada relacionado con la forma en que estaba viendo sus cuernos.
