Cuando lo escensial escasea , la supervivencia es lo que prevalece en la mente de los que deben concentrarse más en no morir ante las carencias. No tienen el privilegio de pensar en realmente vivir la vida. Hacer amigos , divertirse , sentir la adre...
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Mis piernas se estaban entumeciendo , el sudor corría por mí frente y lo sentía deslizarse por debajo de mí camiseta a medida que corríamos. Delante de mí , Zoro estaba a la cabeza del grupo con un irritado Luffy siendo cargado en contra de su voluntad. Junto a mí iba Nami y un poco más atrás estaba Ussop. Llevábamos por lo menos quince minutos escapando de los soldados que se empeñaron en perseguirnos luego de que logramos huir de la plaza principal.
La cabeza me pesaba y me sentía mareada. Los constantes quejidos de Luffy no ayudaban en lo absoluto , al contrario , solo encendían más mi furia. Era difícil intentar salvarse de un grupo de hombres bien entrenados y ejercitados mientras tienes una fuerte y estridente voz gritando a un lado.
"¡No sean cobardes , tenemos que volver!"
"¡Sueltenme!"
"¡¿Porque hay carteles de Mercy?!"
Tal vez debería sentirme aliviada de que la fiebre le haya bajado un poco , permitiéndole hacer el escándalo que que estaba montando. Sin embargo , en ese momento mi prolongada tolerancia se estaba drenando como si le quitarán el tapón a una tina con poca agua. Por poco y podía ver cómo mi calma se escurría entre mis dedos que se ponían tremulos y tensos.
Con tantos ojos encima , tuvimos que alejarnos del centro para pasar desapercibidos. Ahora mismo me gustaría pensar que los soldados se dieron por vencidos y regresaron. Sería difícil de saber con exactitud ya que no nos tomamos la molestia de mirar atrás.
Cuando nos adentramos en el tramo de callejuela que separaba dos casas desmadejadas , mi piernas flaquearon y supe que mí cuerpo ya no aguantaria continuar otras cinco cuadras. Es así que me detuve , frenando al clavar las suelas de mis nuevas botas en la tierra del suelo , obligando a los demás a hacerlo cuando vieron que yo ya no seguí la carrera_ ¿Que haces?_ Cuestionó Nami , jadeando.
Si yo me veía mal , definitivamente los demás tenían un aspecto peor. Sus cabellos eran desastrosos , tenían la piel reluciente por el sudor y sus rostros rojos por la agitación. Era curioso que el estado de cansancio era más notable en Nami , ya que ella siempre era impecable. De todos nosotros , ella debe ser la que más batallo para seguir el ritmo.
Y todo porque alguien no pudo mantener la boca cerrada...
_ No creo que nos estén siguiendo ya , deberíamos descansar o moriremos agotamiento antes de que ellos nos encuentren _ Un segundo después de proponer aquello , me deje caer sin escrúpulos contra una de las paredes que conformaba el callejón en el que estábamos. La luz era escasa y , como estábamos lejos de los lugares concurridos , un silencio acogedor me sumia en un ambiente familiar.
Los callejones iguales a este fueron mis escondites preferidos cuando vivía en Pebble Valley , es inevitable que no me genere nostalgia. Estrechos , vacíos , protejidos del gélido viento y usualmente contando con la compañía de algún perro callejero que decidió dormir allí para resguardarse. No recuerdo la última vez que pase la noche en un sitio así , platicandole mis problemas a las ratas o a los chuchos que buscaban comida en la basura.