Cap14. Campo de Fuerza.

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Esperé sentada en el suelo por unos cinco minutos asimilando la información que había recibido, y practicando los movimientos que Viatrix había hecho, pero la energía que se creaba no era igual, era una mezcla del azul eléctrico de los rayos de energía, con el amarillo oro y rojo vibrante. Me puse de pie observando aquel árbol, no lo pensé dos veces apunté a él y explotó en mil pequeños pedazos, la misma fuerza de la explosión me hizo caer hacia atrás incapacitando mi oído derecho, todo se movía a mi alrededor, un fuego azul se desprendía del tronco. Me puse de pie y con las fuerzas que me quedaban, volví a apuntar donde se suponía debía estar el árbol. Me concentré logrando que la energía fluya hacia mis manos permitiéndome reconstruirlo, manipulando las piezas como si fuera un rompecabezas. Las ramas y pedazos de troncos flotaban a mi alrededor envueltos en el aura de esos tres colores a mi alrededor formando nuevamente el árbol, a mi alrededor el fuego empezaba a consumir otras plantas propagándose con rapidez, quité una de mis manos de la reconstrucción y señale hacia el fuego, este fue disminuyendo a medida que giraba mis dedos, y cuando se apagó pude seguir con lo que quedaba del árbol hasta que se vio como si nada hubiese pasado.

Observé a mi alrededor para comprobar que nada estuviera fuera de su lugar, pero en cambio encontré a Tristan junto a Eros y Anthony mirándome, Tristan sin expresión alguna, Anthony con genuino asombro pasando en su rostro, y Eros tenía una sonrisa ladina. Ninguno decía nada, pero quise saber que estaban pensando.

– Así que por esto Itzan tenía tanta fé en ella.

– Es asombrosa, su nariz está sangrando.

Fruncí mis cejas y comprobé lo que Anthony pensaba, llevando mi dedo hacia mi nariz, y efectivamente estaba sangrando, no llegué a leer a Eros porque Anthony se acercó rápidamente a curarme.

– Eso estuvo genial Kath, permíteme – dijo un poco entusiasmado, a lo que yo solo le asentí con una sonrisa.

Posó una de sus manos sobre mi nariz y la otra en mi hombro, en el cual tenía una rama pequeña incrustada. Una luz celeste blanquecina se hacía presente en sus palmas, el contacto de su piel con la mía era cálido, pero fue volviéndose frío en cuanto la luz crecía, sentí un pequeño ardor en ambas zonas y el sangrado se detuvo.

– Listo, ¿algo más que te moleste?

– Si, de hecho, cuando explotó el árbol perdí la audición en mi oído del lado derecho.

– De eso me encargo yo b05, bien hecho – Tristan se acercó colocando su mano sobre mi oído, volví a sentir el frío y cuando la quitó mi audición fue podría decir incluso mejor que antes – No hagas estupideces a13. Te necesitamos en una pieza – pensó para que yo lo oyera – Bien nosotros nos vamos.

– Adiós Kathia – saludó Anthony yéndose detrás de Tristan entre los árboles, dejándome sola con Eros.

– Pudiste haberte lastimado muchísimo más.

– No finjas que ahora te importa, Eros – dije aún sabiendo que si le importaba.

– No es así y lo sabes Kathia.

– Pues no lo demuestras, te he visto una sola vez desde que me secuestraron y sólo dices que tienes novia nueva, dime ¿tan rápido me dejaste ir?, ¿Cuánto tiempo te llevó enamorarte de ella?

– No estoy enamorado de ella Kathia – al escuchar su pensamiento recordé el recuerdo de Viatrix.

– Siéntate – le dije en su mente.

Con ambos en el suelo imité el movimiento que Viatrix había hecho para sacarnos de su espacio mental con mis manos y lo llevé al mío, no era blanco como el suyo, es de un color índigo brillante. No podíamos tener esta discusión en ese ambiente siendo vigilados por el desquiciado Doctor y sus cómplices.

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