Oneshots eroticos Armando & Betty

Squirt.

🚫Advertencia: Contenido demasiado explicito, se recomienda discreción. Recuerden que solo es ficción y  esto esta escrito en base a que ambos tienen un consentimiento mutuo.✨🚫

(Este corto comienza cuando se están besando mientras entran a la oficina a punto de cometer una locura pero se percatan que esta Sandra, esta vez no habrá nadie interrumpiéndolos.🔥)

Armando y Betty se estaban besando apasionadamente mientras entraban a la oficina, estaban deseosos ya que últimamente habían tenido malas noches a causa de Camilita, a veces les ira imposible hacer el amor y últimamente no habían podido hacerlo. Ahora estaban deseosos de tener sexo salvaje, no importaba que fuera en la oficina, esta vez habían llegado más temprano de lo normal y al parecer no había ningún trabajador en el piso, así que podrían aprovechar.

Armando cerró la puerta detrás de el sin soltar a Betty, quito suavemente su abrigo y la puso a horcajas del sofá de presidencia.

—Amor...—jadeo Betty entre besos— pueden vernos...

Armando entre besos metió juguetonamente su lengua y todo comenzó a intensificarse, de pronto sus cuerpos estaban en llamas y lo único que querían eran sentirse sin importar las consecuencias. Betty jadeo abriendo sus piernas instintivamente haciendo que Armando se pusiera encima de ella y frotarse encima como un macho en celo. Aquella acción hizo que Betty gimiera, podía sentir su dureza rozando su sexo, el cual estaba caliente y palpitante por él.

El comenzó a bajar sus besos a lo largo de su cuello y luego llegando a sus pechos, quito con desesperación su camisa sacándolos también de su brassier y comenzó a lamerlos y chuparlos, Betty lloriqueo de placer, estaba tan sensible y débil a sus caricias que sentía que acabaría con solamente aquel acto tan delicioso.

Armando dejo sus pechos mojados haciendo que sintiera un maravilloso cosquilleo con el aire, siguió bajando hasta llegar a su pantalón el cual abrió de forma salvaje y lo bajo hasta quitarlos del todo. Pudo verla en ropa interior y bajo lentamente su calzón pudiendo así verla completamente a la luz del día, ella jadeo un poco avergonzada pero antes de que pudiera siquiera hacer algo la lengua de Armando estaba lamiendo su vagina, llegando a cada centímetro, enterrando su nariz entre sus pliegues, ella tuvo que sujetarse de los bordes del sofá, sentía que moría con cada movimiento salvaje que el tenia.

—Me encanta probarte... mi picarona...—soltó Armando provocando con su voz un temblor entre sus muslos—

Abrió más sus piernas por instinto mientras se arqueaba de placer ante sus besos y lamidos. Armando la miraba fijamente mientras devoraba su sexo, su lengua la abarcaba por completo dejándola sin respiración, podía sentir su respiración entre sus piernas y su lengua tibia casi llevándola al borde del abismo. El siguió torturándola penetrándola con su lengua y sus dedos mientras la veía retorcerse sobre el sofá.

—Uh...amor...quiero jugar un poquito... tu sabes como...—gimió Betty—

El levanto su rostro mirándola interesado.

—Mmh... mi picarona, entonces ¿Tengo tu consentimiento para jugar?

Betty sin poder responder asintió varias veces jadeante.

Armando la dedico una sonrisa de lado y luego tiro de sus piernas con fuerza para que ambos se pusieran de pie, una vez frente a frente, ella tenia la respiración entre cortada y lo miraba con entusiasmo pero de forma sumisa, el se enderezo cambiando la mirada y la postura, estaba metiéndose completamente en su juego de rol. Tomo a Betty del cabello con rudeza haciendo que se pusiera de rodillas frente a el y la mantuvo frente a su entrepierna. Ella cayo rendida ante él, sintiendo sus rodillas tocando el piso frío. Estaba más excitada que nunca, extrañaba demasiado esos juegos perversos donde eran cómplices y amantes.