Oneshots eroticos Armando & Betty

Yo si lo deseo.

(Este corto comienza durante la pelea que tuvieron en el mesón de San Diego Armando y Betty)

Armando toma su cuello profundizando ese beso, que tanto anhelaba darle, pero también temía ser visto por las personas. Sus labios se tocaban juguetonamente cada vez con más intensidad, su lengua cálida recorría su boca, la deseaba, quería hacer el amor y pasar toda la noche con Betty.

- Betty por favor vayamos a un sitio, donde podamos estar tranquilos solos, me muero por estar con usted...

Dicho esto, volvió a besar sus labios, ahora con movimientos más bruscos, tomo de su cintura y la pego contra su torso, sintió como sus pechos pequeños rebotaron contra él, sus grandes manos manejaban perfectamente su cintura, apretándola contra él, apretando su carne en busca de más.

Betty se separó bruscamente de sus brazos.

-¿Qué le pasa? -pregunta extrañado-

-No me toque.

- Porque no la toco, ¿qué pasa? -pregunta bruscamente tratando de volver acercarla a su cuerpo, pero Betty se niega y se remueve incomoda. -

- Me tengo que ir.

- ¡Para donde! - grita enojado. -

- Para mi casa.

- ¡Beatriz, por favor! Por favor, vea yo sé que he hecho las cosas mal, ¡maldita sea, si las he hecho mal toda mi vida!, pero no se puede ir para su casa, porque tenemos que aclarar las cosas. Entiéndame, quédese un momento y aclaramos todo, ¿sí? Por favor. - Suspira nervioso. -

- no doctor, me tengo ir. - lo miro a los ojos con repudió. -

De inmediato se dirigió a tomar un taxi.

- Adiós Doctor.

Movió su mano en señal de despido, pero Armando rápidamente la alcanza y cierra la puerta del taxi, pega su cuerpo contra el de ella sorprendiéndola y toma de sus manos.

- Beatriz por favor no se monte a ese carro, se lo ruego por favor no se monte hablemos. Vea vamos a hacer una cosa ¿sí?, usted se queda conmigo hablamos, vamos a otra parte si quiere, después la llevo a su casa, ¿qué le parece?

Armando se encontraba desesperado, necesitaba tocarla, sentirla, estar con ella.

- No doctor hablamos mañana. - trato de moverse, pero Armando tenía sus manos en sus hombros. -

- Beatriz por favor no se vaya, no me deje aquí solo, vea yo sé que no fui la mejor persona en este mundo, pero estoy aquí y la estoy mirando a los ojos -tomo su cara delicadamente entre sus manos haciendo que Betty pudiera verlo a los ojos. - para demostrarla cuanto la amo, cuanto la deseo, me muero por estar esta noche, toda la noche con usted.

Sus cuerpos se encontraban muy cerca, su erección clavaba su abdomen, su boca estaba solo a centímetros de la suya, la miraba con tanta desesperación y angustia, sus manos descansaban en sus mejillas. Su piel lo añoraba tanto, quería estar así un momento más, aun mas cerca de el.

-Doctor, por favor, yo creo que lo mejor es que me vaya a mi casa.

Armando se acercó más a su rostro.

-¿Usted no me desea Beatriz?

- Si doctor, yo si lo deseo....

Las palabras salieron de su boca de forma espontánea sin tener tiempo de pensar siquiera, abrió los ojos sorprendida de sus propias palabras y se tapo la boca.

Armando cerro los ojos aliviados y sonrió levemente.

- Acompáñeme, por favor.

Tomo de su brazo y la guio hasta su auto, ambos subieron y fueron a un rumbo desconocido, al menos para Betty. Se notaba una tensión en el aire, el deseo se respiraba por todo el auto. Fue un trayecto silencioso hasta que Armando apoyo su mano en la rodilla de Betty, ella pego un salto sorprendida y un jadeo salió de su boca.