Oneshots eroticos Armando & Betty

la noche del evento de Adriana Arboleda.

Armando se arregla los puños de la camisa ansioso, se encontraba muy tensó esa noche. No entendía la actitud de Betty, lo había dejado solo todo el maldito evento, su actitud era muy sospechosa, su repentino cambio de actitud con él, lo tenía muy molesto.

Pudo visualizar como Betty se acerca con pasos firmes hacia él y se preparó para enfrentarla.

—Doctor... vengo a despedirme, vinieron por mí.

Armando la mira extrañado.

— ¿Cómo que viene a despedirse, quien vino por usted? Don Hermes?

Betty sonríe satisfecha.

—No, Nicolas vino por mi. —dijo lentamente—

Al escuchar ese nombre le comienza a hervir la sangre, se endereza completamente y frunce el ceño.

—¿A que estamos jugando Beatriz? —dice apretando los dientes.—

—Doctor lo siento, de verdad. Hablamos mañana.

Betty se gira para irse, pero Armando es más rápido y la jala hacia el tomándola del brazo.

—No, hablamos aquí ahora.

—Lo siento doctor, Nicolas me está esperando.

—Pues que siga esperando, porque usted se queda aquí conmigo, ¿sabe por qué?, porque yo se lo ordeno —la jala un poco más cerca— es una orden.

Armando mira hacia todos lados, aún tiene a Betty sujetada del brazo y no quiere levantar sospechas, observa un lugar que se ve tranquilo, una puerta que se encuentra abierta y se puede apreciar que es donde se guardan objetos de la decoración del evento. Rápidamente jala a Betty para que lo siga.

—Doctor, ¿a dónde me lleva?

Armando tira de su brazo y se meten adentro del cuarto, rápidamente cierra la puerta con seguro para que nadie pueda interrumpirlos.

—Ahora me va a explicar que es lo que le pasa Beatriz. —suelta molesto. —

—Nada doctor, simplemente vino Nicolas a recogerme, ¿acaso desconfía de mi amistad con él?

—Beatriz, no es eso, usted sabe perfectamente que esta noche teníamos un compromiso, ¡¿no le importo pasar por alto eso?!

—Doctor por favor, cálmese, pueden escucharlo...

—¡No! no me voy a calmar Beatriz, ¡ahora me va a explicar todo lo que está pasando!

Betty lo mira molesta.

—Doctor, usted a mi no me grita, me tengo que ir...me están esperando.

Betty pasa por su lado, pero el vuelve a detenerla.

—No que no, usted se queda aquí conmigo. —ordeno—

Armando vuelve a jalar de su brazo y esta vez la sostiene de la cintura, su mano la agarraba fuertemente para que no se fuera de su lado.

—Suélteme doctor.

—Beatriz ¿prefiere irse con ese cretino?, pues no señora, usted se queda aquí conmigo, ¿Cómo le parece?

Betty abrió la boca para responder y al momento la cerro de nuevo tras ver que Armando tenía la mirada absorta en sus labios. Su mano se dirige a su espalda y la jala contra el quedando muy cerca de su rostro.

—Ni él ni nadie va a interrumpir la noche que tenemos usted y yo libres Beatriz, ¿me entendió?

—Doctor, me tengo que ir... —trato de zafarse—