Oneshots eroticos Armando & Betty

Corazon delator.

Advertencia: Contenido explicito.🔥🚫

(Este corto comienza después de la cita que tuvieron Nicolás y Betty para arreglar sus problemas personales.)

Armando azota la puerta de su carro dirigiéndose a paso firme donde estaba ella. Estaba furioso, había visto como Betty estaba sumamente cariñosa con Nicolás, los vio abrazándose, besándose, tomados de las manos, no lo podía creer.

Siempre había tenido la sospechosa de que algo pasaba entre ellos dos y esto era la confirmación de aquello. Su respiración estaba agitada y sus puños estaban apretados, jamás había experimentado esta sensación, era algo nuevo, con Marcela jamás llego a sentirse así, su pecho dolía y su corazón latía rápidamente.

Betty pudo visualizarlo y lo miro asustada.

—¿Don Armando que hace aquí?

A pesar de saber que él los estaba siguiendo también tenía una sensación rara en su cuerpo, ya que lo veía bastante exaltado, era como si estuviese fuera de sí.

—Beatriz, ¡ahora me va a explicar que es lo que está pasando!

—Doctor por favor cálmese puede despertar a alguien...

Armando tenía la mirada oscurecida eso le asustaba.

— No Beatriz —se froto la sien mientras cerraba los ojos con fuerza— ¿me va a negar que está saliendo con ese tipo, con Nicolás Mora? ¿ah?

El cuerpo de Armando se acercaba peligrosamente a ella por lo que trato de alejarse y acercarse a su casa.

— Doctor, cálmese ¿se volvió loco?

—¡Usted me está volviendo loco! ¡yo los vi con mis propios ojos Beatriz!! y ¿sabe qué? no le voy a dejar el camino fácil, no señora, usted debe definir si quiere seguir conmigo o con ese tipo...—apretó los dientes debido a la rabia que sentía. —

Betty miraba hacia la puerta asustada de que su papá escuchara.

—Doctor baje la voz, mi papá nos puede escuchar...

—Yo no me voy a mover de aquí hasta que no aclaremos nuestra situación.

Armando estaba exaltado y sumamente desesperado y Betty pudo sentirlo. Una ola de culpa la recorrió y se enderezó ignorando el sentimiento.

—No doctor...mañana hablamos en la oficina, como se le ocurre hablar de esto aquí, estamos en la calle...alguien puede escucharnos, incluso mi papá puede salir...

—Entonces vayamos a un sitio.

Betty negó con la cabeza y se dio vuelta dispuesta a dejarlo allí solo, pero los brazos de Armando la detuvieron, estos estaban envueltos ahora en su cintura y su rostro estaba a pocos centímetros del suyo.

—Beatriz, vea vamos a definir esto ya pero ya, ¿me entendió? —su voz era brusca e intensa. —

Betty pudo sentir su aliento recorriéndola, olía a whisky, había estado bebiendo. Ella trato de esquivar su rostro, pero su mano la tomo del mentón y la mantuvo quieta frente a él.

—Doctor, yo no creo que sea buena idea, usted esta tomado, además Doña Marcela lo debe estar esperando...

Armando negó con la cabeza, no dejaba de mirarla.

—No me importa Beatriz, esto es mucho más importante.

—No podemos hablar aquí, pueden escucharnos, además usted está muy alterado...—susurró —

—Vamos a un sitio, pero yo de aquí no me muevo.

Betty suspiro resignada, él no se iría y la verdad no quería escándalos en su casa. Trato de mantener la calma y asintió.