Oneshots eroticos Armando & Betty

Después del regreso II

Ambos se metieron a la ducha cansados, el agua corría por sus cuerpos desnudos entrelazados, Armando enjabonaba dulcemente cada centímetro de su piel dejando escapar suspiros de parte de ella. Tomo con sus manos su pelo y comenzó a lavarlo y masajear su cabeza delicadamente, era un acto tan tierno que no pasó desapercibido por Betty.

Ella también quería acariciarlo, limpiarlo, besar cada centímetro de su piel. Se acercó tímidamente y enjabonó su torso mientras Armando la miraba encantado.

Betty depositó varios besos en sus brazos hasta llegar a su cuello, el cual tenía su aroma tan característico que la enloquecía, amaba su olor, tan fresco y masculino.

El agua continuó empapándolos varios minutos hasta que se percataron de lo tarde que se estaba haciendo. Por suerte habían dos batas blancas, así que Betty cogió una y se trató de dar calor con ella, aun tenía el pelo mojado. Armando se puso detrás de ella abrazándola y dándole un beso en la mejilla.

—¿Que le preocupa tanto?, mi Betty... —tomo su mentón—

—Mi papá, debe estar como loco doctor, ¿me puede prestar el teléfono?

Armando se lo entrega y le da un beso en la frente.

—Gracias doctor, ya vuelvo.

Betty trato un par de minutos en convencer a su padre trato de decirle que encontraba arreglando un asunto laboral y que se tardaría un poco en llegar, don Hermes no estuvo muy de acuerdo, pero finalmente logró convencerlo. Al parecer sería una noche muy larga, de eso estaba segura.

Betty escucho unos pasos y jadeo cuando sintió sus manos estrujando sus nalgas a través de la tela.

—Siempre me ha gustado su trasero Betty...

—No sabía que se había fijado en mí de esa manera doctor...-

—Me he fijado mucho Beatriz, tiene usted un trasero muy tentador...-

Roto sus caderas contra ella, su miembro excitado empujaba su carne de forma tan caliente.

—Ningún hombre me ha tomado por ahí ...

—Mhh... bien —murmuro— no soporto la idea de que otro hombre la toque Betty.

Armando deslizo su mano desde su garganta hasta el cuello de su bata de baño, un pequeño tirón fue lo que necesito para abrirla completamente.

— Eso me volvería loco...

Toco sus pechos haciendo que Betty abriera la boca sorprendida y excitada, sus manos recorrieron su estómago delicadamente hasta que llegaron a su vagina.

—No sabe cuántas veces me contuve para no tomarla en el escritorio... deseaba tanto subir su falda...arrancarle las pantis y follarla sin piedad una y otra vez... —ronroneo en su oído provocando un escalofrío en toda su espalda, ella jadeo sorprendida.—

Sin previo aviso restregó su clítoris circularmente hasta que Betty comenzó a gemir en sus brazos dejándose llevar por su deseo, estaba tan cerca que su miembro apuntaba su trasero deliciosamente y mientras se retorcía de placer se frotaba mas contra el.

—Doctor ....otra vez....

—Lo siento Beatriz no puedo evitarlo, ¿acaso no me desea? —le susurro en su oído estremeciéndola por completo—

Betty mordió su labio inferior tratando de no gemir.

— Claro que sí, demasiado....

Armando froto una vez más su miembro entre medio de su carne, podía sentir como las nalgas de Betty encajaban perfectamente en su miembro.