Oneshots eroticos Armando & Betty

Después del regreso.

[Este corto comienza cuando Betty llega a Ecomoda después de haber estado en Cartagena y cambiar de look, ella y el cuartel van a celebrar y se encuentran con Freddy y Armando.]

Armando llama a Betty para poder hablar, ella a regañadientes acepta hablar con él. El aprovecha para mirarla de pies a cabeza, no puede creer que Betty se hubiera convertido en una mujer tan sensual, él pudo conocerla como nadie lo ha hecho pero aun así le sorprendía.

—Betty vea no le voy a quitar mucho tiempo ¿si?, solo que no hemos podido hablar después de que usted se fue.

—Doctor yo no tenga nada que hablar con usted todo está aclarado, yo no me quedare con su empresa.

Armando da un paso más hacia ella y mira a las del cuartel que se encuentran detrás de Betty.

—Beatriz por favor, ¿podemos hablar en privado?, si quiere la llevo a su casa pero por favor escúcheme...

Betty molesta lo interrumpió.

—Yo no tengo nada que hablar con usted y sobre Ecomoda ,mañana habláremos con el juez y los abogados...

Las del cuartel le gritan a Betty para que se apure, estaba tardando mucho.

—Me están esperando, hasta mañana doctor...

Armando toma a Betty del brazo y la jala hacia él.

—Beatriz por favor quédese , se lo ruego, no le quitare mucho tiempo —suspiro— se lo suplicó.

Su mano quemaba en su brazo, sentía un hormigueo que recorría por todo su cuerpo, su contacto físico la estaba matando. Quería escapar como fuera de allí, pero quizás si le permitía hablar no la molestaría más.

—Muchachas, Don Armando me dejara en mi casa, no se preocupen por mi.

Todas acatan y se despiden de Betty animosamente mientras se dirigen al taxi.

—¿Qué es lo que quiere hablar conmigo doctor?

El cierra los ojos con fuerza y aprieta la mandíbula.

—Vea Beatriz, yo no sé cómo empezar...yo me enamoré de usted en ese engaño, caí en mi propia trampa, tiene que creerme, de pronto esto podrá sonar ridículo, pero no es así.

Betty lo mira con una sonrisa burlona.

—Si suena ridículo doctor, si es de esto lo que usted quiere hablar conmigo creo que está perdiendo su tiempo doctor, yo no soy la misma imbecil que usted enamoró —negó con la cabeza.—Yo me regreso a mi casa en taxi, adiós.

Betty estaba dirigiéndose a tomar el taxi, pero Armando fue más rápido y se puso en frente de ella quedando a pocos centímetros de su cara. Su miraba estaba llena de dolor y arrepentimiento, la tensión entre ambos era enorme.

—Usted no se puede ir de mi lado, no otra vez.

El coloco delicadamente su brazo en la cintura de Betty, rodeándola en un abrazo que hizo que estuviera más cerca de él, podía sentir como latía su corazón. Ella al sentirlo tan cerca dejo escapar un gemido que no pasó desapercibido por él.

—Doctor... usted esta loco.

—Loco por usted. -la interrumpe.-

Ambos cuerpos se rozaban, ella no trato de apartarse, más bien disfrutaba de su contacto, aunque sabía que era una imbécil por caer en sus juegos.

Armando tomo el cuello de Betty con su mano. Su cuello era largo y sensual sus dedos encajan perfectamente en él, Betty al sentir ese contacto tan intimo jadea perpleja y trata de apartarse, pero el otro brazo de Armando la sujeta con fuerza.