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(Circe)

Tenía cinco minutos desde que me había despertado igual que mi baba, pero no nos habíamos movido de la posición en la que estábamos yo acostada en su brazo con mi pierna arriba de la suya y mi mano en su pecho, una de las cosas por las que me comunico bien con mi baba es por esto, que el silencio con el no se siente vacío si no lleno de vida y paz, cada vez que el pasaba su mano por mi cabello me sentía segura y protegida como si estuviera dentro de grandes murallas con el material más fuerte e indestructible el cual no dejará que nada entre para hacerme daño.

Cuando despertamos madre no estába en la cama así que supuse que estaba abajo, algo era un hecho mi padre es mi lugar seguro, ante todos puede parecer el polo norte en su punto más frío pero conmigo es como si ante el estuviera el cristal más frágil del mundo al cual el trata como una princesa. Se que el me pondría sobre todas las cosas sin importar que sea, para el soy yo sobre todo y para mí es el sobre todos.

Siento como alguien abre la puerta y entra a la habitación hasta llegar a nosotros y mirarnos.

-buenos días tío

-buenos días cesar- le dice mi baba aún con los ojos serrados y la voz ronca y fuerte transmitiendo le un poco de miedo a César.

-algodón vamos a llegar tarde a la escuela- me dice el en tono bajito para no molestar a mi baba porque como dije es así con todos sin importar sea su madre a excepción de mi.

-ya voy- le digo tratando de ver si con eso sale para poder quedarme más tiempo en la cama pero no lo hace.

-vamos que llegaremos tarde- me dice el tomando mi brazo para intentar jalar me pero ese intento fue detenido por baba.

-ella no irá hoy se quedará conmigo así que pueden irse- le dice el quitando el brazo de César de mi para acurrucarme en su pecho con un poco de fuerza. Por si no lo dije mi baba es el hombre más celoso que conozco no deja que nadie me toque estando en su presencia ni mis primos, ni sus socios cuando lo acompaño a las reuniones deja que me den siquiera la mano, ni ningún ser humano que tenga testosterona en su cuerpo y si a veces no lo hace es porque sabe que son saludos de buenos días o despedidas y si es solo a la familia.

El es así tan sobreprotector porque nunca se imagino tener una niña pero cuando me tuvo fui como (palabras dichas por el) un corazón frágil que se le fue entregado para cuidar hasta después de la muerte.

Después de que César salió de la habitación yo alcé la mirada para ver a baba con los ojos serrados.

-baba- le dije haciendo que el abriera los ojos y me diera una de sus especiales sonrisas.

- günaydın-me dice el para darme un beso en la frente.

-baba tengo que ir a la escuela no me quiero atrasar en mis clases- le digo haciendo un puchero en mis labios.

-pero..

-baba porfavor, si?

-esta bien pero cuando vuelvas la pasaremos juntos mi corona- me dice el dándome otro beso en la frente para soltarme dejándome parar de la cama para antes de salir del cuarto tirarle un beso en el aire que el atrapa con su mano y se la lleva al corazón.

Salgo de la habitación para dirigirme a la mía entrando para darme una ducha rápida saliendo para ir a mi armario y colocarme una camisa blanca con un jean negro y unas botas con un poco de tacón, me ago un moño alto en el cabello y me hecho perfume, crema y brillo labial colocándome unos aretes y mis cadenas.

Estaba a punto de salir cuando de reojo veo mi mesa con cajones y me acuerdo de que había dejado una carta sin leer, así que voy hacia la gaveta abriéndola viendo el sobre el cual tomo entre mis manos abriéndolo sacando una nota que me dejó confundida.

MI PRESA Donde viven las historias. Descúbrelo ahora