LILITH | SUPERNATURAL (THE DIRECTOR'S CUT) [ ✓ ]

━━ 29. and i've hurt myself

CAPÍTULO VEINTINUEVE
❝ Y ME HE LASTIMADO ❞

⛧⁺ಿೖ୭

              UN AÑO SE HABÍA CUMPLIDO desde que Dean Winchester realizó un trato con un demonio para intercambiar su alma por la vida de su hermano. Ya había pasado todo un año que para la joven bruja se sintieron apenas unos meses que pasaron como una película, el tiempo era relativo cuando sentía la presión de un mal destino, del presentimiento de que las cosas no volverían a ser jamás como antes y solo luchar por una pequeña pisca de lo que fue era el sostén que no la derrumbaba, Lilith lo experimentó en los meses que su madre estuvo desaparecida y, aunque su año resulto muchísimo mejor comparado con el del cazador, todavía vivía con el constante miedo de la tragedia.

      Lilith deseaba estar junto a los muchachos ese día, el último día, pero las distancias los alejaban nuevamente y Dean le había suplicado y suplicado que no fuera rechazando con unos ojos resplandecientes la voz de la mujercita quebrarse de lamento intentando convencerlo de acompañarlo cuando los perros del infierno aparecieran, más la terquedad y unas palabras sinceras hicieron que aceptara su manera:
      —Mira Lilith, no quiero meterte en esta mierda, no quiero que me veas morir y de ninguna manera te vas a acercar a Lilith demonio. No mientras esté con vida. Yo sé que tu eres fuerte, eres una bruja con malditos poderes, sé que puedes defenderte sola, Dios sabe cuánto lo sé, pero si algo te llega a pasar y mueres... Incluso si llegara a salir del infierno no podría perdonármelo jamás. No quiero que vengas, por favor. Estaré bien, tú tienes que cuidar de ti y tu madre. Estaré bien, dispuesto a aceptar tu plan.

      En los últimos dos meses dedicados a pulir el plan, las dificultades para tenerlo funcionado con seguridad seguían presentándose hasta el día de hoy, explorando la impotencia más ferviente jamás experimentado anteriormente en su vida. Aquellos problemas no dejaban que Dean fuera al infierno con la conciencia tranquila de regresar, sin embargo, lo que tenían hasta el momento era suficiente para hacerlo una verdadera opción. El hechizo era lo que fallaba al no completar con la potencia suficiente la transformación del alma o —lo que la bruja estimaba como el problema—, el conejillo de indias no era el correcto. El experimento que hicieron y, por ende, la terminología del hechizo, estaba pensado para un demonio que poseyera un cuerpo vacío de alma, en una especie de espera a ser despertado. El demonio que usaron no era perfecto porque en el cuerpo había dos entidades: el humano y el demonio. En la sexta ronda de sangre, el demonio se debilitaba tanto que la verdadera persona (si es que estaba viva, en su caso, lo estaba) recuperaba el poder de su propio cuerpo, habitando en una lucha que confundió a los cazadores y a la bruja. Aún con esto, al intentar su hechizo, la esencia oscura del demonio resucitaba en pequeños destellos del alma que alguna vez fue y quería descansar en el cielo o a donde sea que iban las almas buenas. En efecto, su plan no estaba confirmado al cien por cien, pero era la única opción con una viabilidad del más del cincuenta por ciento.