LILITH | SUPERNATURAL (THE DIRECTOR'S CUT) [ ✓ ]

━━ 28. the attempt before the storm

CAPÍTULO VEINTIOCHO
❝ EL INTENTO ANTES DE LA TORMENTA ❞

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              —ES UN LUGAR MUY BONITO, ME GUSTA.

      Lilith había salido a una cita en la espectacular noche con Dorian. Él la llevó a un restaurante del centro de Cambridge caro y elegante con el indicio de una importante cita que la había dejado atormentada mientras se preparaba para salir. Su madre la ayudó a realizarse un moño que recogía todo su cabello en su nuca y se vistió con un simple vestido de seda blanca pegado al cuerpo y de espalda descubierta, delicado. Mamá había salpicado un poco de brillo en hombros y en la clavícula que hacia de escenario para el collar de corazón. Lilith se veía preciosa esa noche. Sus pestañas postizas resaltaban sus cerúleos ojos, el suave rubor en sus mejillas le dejaba un aspecto adorable y apenas tintó sus labios carmesíes. Estaba nerviosa por lo que se avecinaba, le iba a pedirle ser su novia. Bárbara se lo chismeó a su madre y ella a Lilith.

      —Así es —aceptó Dorian con la nariz puntiaguda metida en la carta de vino—. Nos gustaría un Merlot.

      Entre sus planes, la idea de oficializar con Dorian no tomó una gran importancia durante todos los meses que salieron, priorizaba otros temas y, tampoco, quería hacerlo. No fue hasta unas horas antes que debió pensarlo seriamente —aunque, la venida de Bobby Singer a su casa con el extractor de alma cortó el periodo del tiempo para pensar—, decidió darle una oportunidad a la estabilización. Su madre formó gran parte en esa reflexión puntualizando lo buen hombre que era Dorian con ella y el genuino gusto que Lilith le tenía, agudizaba la idea de tomar más en serio esa relación. Ambos se la pasaban bien juntos, tenían cosas en común y sabían del mundo sobrenatural, eso era muy bueno si quería tener una pareja: odiaría involucrar a alguien en la magia y la brujería, era más fácil de esta manera. Le daría un intento y si no le gustaba, se lo haría saber y terminaría con él.

      El mesero tomó su orden y devolvieron las cartas, ahora estaban frente a frente. Dorian tenía un finísimo sentido de la moda, era asesorado por una muchacha llamada Stacy Williams. Lilith la conoció por videollamada y le comentó que se inspiraba en la idea del control y la simpleza, por eso no vestía cosas alocadas y colores brillantes, tiraba por los fríos y las líneas rectas. Esa noche lo representaba el color gris en su saco de cintura y los pantalones de traje, incluso sus zapatos. Lilith lo encontró bonito, no de sus looks que más le fascinaba, pero estaba bien.