LILITH | SUPERNATURAL (THE DIRECTOR'S CUT) [ ✓ ]

━━ 02. let's get in trouble

CAPITULO DOS.
❝ VAMOS A METERNOS EN PROBLEMAS ❞

⛧⁺ಿೖ୭

                    DESCANSAR LE TOMÓ MUCHO TIEMPO. Sus ansias por llamar a Bobby Singer superaban la idea de apoyar la cabeza en los almohadones y permitirse soñar. No veía la hora de que el sol se asomara por los tejados blancos de las casas de sus vecinos. Bobby tenía un horario espantoso y estaba segura que para la mañana estaría disponible al teléfono, aunque tuvo suerte de que una película de terror con malas actuaciones, personajes sin gracia y una trama sobreexplotada y aburrida lograra tumbarla sobre el cómodo sofá por unas cinco necesitadas horas.

      Se despertó por el cotorreo de los loros de la vieja señora Maud. La casa estaba al frente suya, y todos los días sacaba la jaula de los loros a las diez de la mañana. En el vecindario no había gallos que cantaran al sol como un despertador natural, pero si tenía esos malditos loros. Se levantó del sofá con un bostezo, estiró su cuerpo aún dormido sintiendo como el cansancio luchaba por apoderarse de ella. Sin embargo, la voluntad llevó a Lilith a dar un brinco del sofá, agarrar la carta y correr hacia el teléfono, en el despacho de mamá, ubicado atrás de los sofás color carmesí intenso.

      Todo seguía exactamente como recordaba antes de irse a la universidad. La gran librería de madera negra abarcaba toda la pared derecha, desde los cimientos hasta el techo. Estaba organizada en varios bloques de libros sobre derecho y las leyes de los distintos Estados, pero su gran mayoría eran pesados tomos de economía empresarial e historia. Mamá trabajaba en una importante firma de abogados en Massachusetts, Cambridge, en donde Lilith había nacido y crecido. Rodeó el escritorio y sin más que un ordenador de escritorio, un lapicero, un portarretrato con una foto de Lilith en su cumpleaños número cuatro con un vestido azulado con muchas capas de tela y tul, y el teléfono de la casa. Se sentó en la silla, acolchonada y grande, abusando de excitación que rodó chocando con la lámpara de pie.

      Marcó el número del viejo cazador de memoria. Bobby era un amigo de mamá y un hombre al que podía pedir cualquier tipo de ayuda. Durante estas dos semanas tormentosas, Bobby había estado al pendiente agilizando acciones legales y funcionando como un investigador privado. Su mamá había desaparecido en extrañas condiciones y Lilith no confiaba en lo que la policía determinó.