La Obsesión De Un Villano {BakuDeku}

0 - Sonrísa Macabra En La Oscuridad

—Muévete, Nerd —Uno de sus compañeros de agencia lo empujó a un lado para pasar primero. Izuku suspiró y siguió caminando detrás de él. Ya estaba cansado de replicar y no ganar nada con ello más que burlas o insultos, así que se mantuvo callado.

Midoriya Izuku solía ser admirado y también solía tener muchas personas que querían ser sus amigos. Hasta secundaria baja, donde su secreto salió a la luz y desde ahí pudo contar a sus amigos con los dedos de una mano. Nunca supo quién fue el que buchoneó, pero no lo odia, porque ahora sabe cómo es realmente el mundo. Engañoso y sombrío.

Solo tenía tres amigos y uno de ellos ni siquiera estaba en esa agencia con él. La ranita Asui trabajaba para una agencia de héroes con quirks acuáticos.

No solo la falta de quirk lo hacía ser reconocido, en ese entonces, también destacaba por su inteligencia y habilidad para analizar todas las situaciones. A veces incluso solían echarlo de la biblioteca porque se metía tanto en sus análisis que comenzaba a hablar y hablar y no se daba cuenta que estaba haciendo demasiado ruido en un lugar demasiado silencioso.

Su atención se fijó repentinamente en el chico que lo empujó a un lado antes, ya que gritó y corrió más rápido. Izuku se rió y giró la cabeza para mirar a Todoroki Shoto, uno de sus amigos, el mejor de ellos, que acababa de defenderlo quemandole el trasero a su bully.

—Gracias, Todoroki-Kun —Le sonrió y volvió a mirar hacia adelante.

—¡Todoroki! ¡Te dije que dejaras de quemarle el trasero a todos! —Se quejó su tercera amiga, Uraraka Ochako, una vez salieron a la azotea.

—Estaba molestando a Midoriya.

—Podrías espantarlo de una forma que no sea quemandole una parte del cuerpo —La castaña detuvo sus pasos y se cruzó de brazos. Shoto e Izuku pararon frente a ella y la miraron— La última vez casi te denuncian por quemarle el cabello a uno.

—¿Prefieres que les congele los genitales? —Levantó su mano derecha.

—¡No! —El peliverde solo podía reír ante la charla de siempre— Sólo ve a quejarte con un superior, no hagas nada porque te terminarán expulsando.

—Es inútil hacer eso, Uraraka —Habló Izuku— Ya lo he intentado, pero a nadie le importa una persona sin quirk como yo.

—No digas eso, Midoriya. Tienes el One For All.

—No es lo mismo, Todoroki, pero gracias igualmente por los ánimos —Sonrió y se dio la vuelta, quería escapar de esas conversaciones que solo le traían recuerdos malos.

Era de noche y seis héroes de su agencia habían sido elegidos para patrullar la zona, entre ellos, Izuku y sus dos amigos. Mientras Todoroki y Uraraka patrullaban desde el suelo, Izuku saltaba sobre los edificios y patrullaba desde arriba. Estaba solo, puesto que en su grupo no había otra persona que pudiese saltar sobre los edificios o volar, así que la tarea aérea siempre le quedaba a él.

Pero Izuku estaba cansado y sus pensamientos divagaban a otras cosas. Sabía que estaba mal. Que debía concentrarse en su trabajo porque la vida de miles de personas estaban sobre sus manos, pero no podía evitarlo.

Los sentimientos son más fuertes que la fuerza física.

Es por eso que no se percató de aquellos pares de ojos que lo miraban desde las sombras con curiosidad y atención. Unos eran negros y dorados, se camuflaban con la oscuridad, y los otros eran blancos y rojos, pero lo suficientemente entrecerrados como para no notarlos a pocos metros de distancia.

Una sonrisa macabra se dibujó en esa oscuridad y los ojos negros y dorados se cerraron con satisfacción al recibir caricias detrás de su oreja.

—Has hecho un buen trabajo hoy, Mina —Dijo con su voz ronca y rasposa, observando con atención los movimientos del peliverde al saltar de un edificio al otro— Un excelente trabajo.