Aún frustrado por su falta de práctica en su quirk, Izuku decidió levantarse una media hora más temprano de lo habitual, sin importarle morirse de sueño, solo para saltar edificio por edificio con el fin de controlar el porcentaje de fuerza utilizado.
No estaba en sus planes lastimarse y terminar cayendo por uno o dos balcones hasta sostenerse de la reja de uno de ellos. Se golpeó el brazo y maldijo por su falta de profesionalismo, dándose así por vencido ese día y dirigiéndose caminando hacia su agencia. Ya había tenido demasiados problemas solo en la mañana.
Por muy inteligente que Izuku pudiese ser, para mejorar su quirk y aprender a controlarlo bien, lo único que podía hacer era practicar y concentrarse. Pero desde que se volvió un héroe profesional no ha tenido mucho tiempo para eso, de hecho, normalmente debía dormir menos para tener tiempo de práctica.
Ese día estaba muy cansado y frustrado, ni siquiera tenía ganas de ir a su patrulla.
Una vez llegó se dio cuenta de que estaba solo, ninguno de los héroes que patrullaban por la mañana estaban ahí. Decidió aprovechar eso para echarse una pequeña siesta y reponer algunas energías que había gastado nada más empezar el día. Las piernas le dolían más en ciertos puntos que en otros, y uno de sus brazos también al sostenerse de la reja.
Se dejó caer sobre la silla y se recostó sobre la mesa blanca, cerrando los ojos y durmiendose casi al instante con un solo pensamiento en mente.
«Ya llegará el día en el que alguien reconozca mi valor y me ayude a pulir mis habilidades»
[•••]
Izuku despertó de golpe cuando sintió algo frío y líquido recorriendolo desde la cabeza y bajando por toda su espalda. Un idiota que se creía gracioso le había echado un vaso de agua fría encima. Pronto un coro de risas se hizo presente en sus oídos, avergonzandolo.
—Pensé que nunca despertarías, duermes como un oso en invierno —Se carcajeó el mismo chico que hace pocos días lo había empujado al caminar— Hemos estado aquí desde hace unos 15 minutos y seguías durmiendo por mucho que hablemos.
—Lo siento... estoy cansado.
—¿De qué estás cansado? —Midoriya apretó la mandíbula y fijó su vista en la superficie blanca— Si nosotros hacemos todo el trabajo, tú sólo patrullas a la noche.
—En eso... tiene algo de razón —El corazón le dolió cuando Ojiro se acercó a ellos. No parecía tener intenciones de insultarlo, solo hablar con realismo— ¿Por qué siempre vienes temprano en la mañana si tu patrulla es a la noche? Puedes aprovechar y dormir más.
—Gravity siempre se queja de que no tiene tiempo para dormir... ¿Por qué yo sí puedo y ella no?
Ojiro se miraba incómodo.
—Porque... bueno, ella patrulla con nosotros en la tarde también —Se rascó la nuca— Y Shoto igual, solo que en la mañana. Hoy ha terminado su turno y decidió ir a dormir directamente.
—Ya veo...
Hagamos como que eso no le dolió.
—Y otra vez durmiendo menos de ocho horas ¡Yei! —Uraraka entró con rostro somnoliento, sorprendiéndose al ver a Izuku empapado— Deku-Kun, ¿Por qué estás mojado? No ha llovido.
La castaña se tomó la amabilidad de tomar un trapo nuevo que había en los muebles y secarle el rostro con el. Midoriya sonrió con pesadez, dejándola estar.
—No es nada, no te preocupes.
—Rin-Chan le ha tirado un vaso de agua encima —Izuku se encogió sobre sí mismo cuando escuchó la voz de Hagakure junto a Ojiro y sintió la mano de Uraraka detener sus movimientos.
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La Obsesión De Un Villano {BakuDeku}
FanfictionMidoriya Izuku no creía que su vida pudiese ser peor. O mejor dicho, no creía que su vida pudiese mejorar. "-¿Quién te hizo esto, ah?" O eso fue hasta que se convirtió en la obsesión de Bakugo Katsuki, un asesino y villano completamente capaz que l...