5 - Estúpido Can

4.7K 554 47
                                    

Una vez Izuku abrió los ojos al día siguiente, lo primero que vio fue a Bakugo sentado en una silla frente a su cama, durmiendo de brazos cruzados.

No iba a negarlo, había olvidado que la noche anterior un grupo de villanos lo "adoptó" y ahora ya no vivía en su casa, sino en la guarida de Bakugo Katsuki. Las paredes de su antigua habitación contrastaban bastante con las de la nueva, pues antes eran de un verde pastel muy claro, y ahora de uno oscuro y frío.

Pero podría acostumbrarse.

Izuku se removió en un intento de levantarse de la cama a desayunar lo que sea que encontrara en el refrigerador, pero sus huesos, tanto sanos como rotos, crujieron y lo obligaron a soltar un quejido ahogado para no despertar a Katsuki. Lo cual fue en vano, porque el rubio cenizo se despertó al instante. Tenía un oído bien desarrollado, o tal vez sus sentidos siempre estaban alerta.

—Despertaste —Le sonrió. Izuku pudo notar las ojeras debajo de sus ojos.

—Sí... ¿Dormiste aquí? ¿Por qué?

Bakugo se encogió de hombros y miró hacia la puerta cerrada.

—Tenía el mal presentimiento de que, tal vez, algún estúpido héroe entrara por la ventana y te llevara con él. Es todo.

—Quiero quedarme —Katsuki lo miró de reojo con media sonrisa asomándose por su rostro— ¿Es suficiente para ti escuchar eso?

—Es suficiente para mi.

Esa mañana Izuku se llevó la sorpresa de que Katsuki le había traído una muleta para que pudiera moverse sin la ayuda de nadie, incluso lo ayudó a pararse y mantuvo sus manos cerca por si se caía, pero no hicieron falta ya que Izuku pudo estabilizarse bien. La sonrisa pícara y orgullosa que le regaló Katsuki le hizo sentir algo.

—¿Sabes? Si es que me lo permites, pensaba en ayudarte a mejorar tu quirk —Katsuki trabó la muleta con su pie y le tomó del mentón para que lo mirara a los ojos— Odiaría verte lastimado de nuevo...

El rostro de Izuku tomó color y Katsuki salió de la habitación con las manos en los bolsillos de su pantalón y una sonrisa autosuficiente. El verdoso lo siguió por detrás.

—¡Por fin despiertas, Katsuki! —Exclamó la de hebras rosas sentaba sobre la mesa— Estoy hasta la madre de escuchar a los tortolitos y Sero ni siquiera está aquí —Golpeó la mesa con su puño cerrado y el ceño fruncido. Kirishima puso los ojos en blanco y se alejó de Denki, que estaba sentado sobre la encimera, solo cuando vio a Midoriya— ¡Izuku, también estás aquí! ¡Buenas!

A diferencia de como "saludó" al rubio, Mina le sonrió amablemente y se acercó a él con un tazón entre las manos.

—¿Cereales con leche? —Preguntó al observar su contenido. Se veía y olía bastante extraño.

—¿Qué? ¡No! Croquetas con leche.

Izuku abrió bien grande los ojos con una mueca incómoda en la cara. Pronto Katsuki chasqueó la lengua y le arrebató el tazón a la chica para volver a lanzarlo a la mesa, milagrosamente sin tirar su contenido.

—Solo a ti te gustan las croquetas de perro, can —Recalcó el apodo. Mina frunció el ceño y le hizo frente, era verdaderamente la única que lo hacía.

—¡Respétame, Bakugo!

—¡Ya te respeto lo suficiente! ¡¿No lo crees?!

—A-ah Katsuki —Llamó Izuku— ¿Por qué comen croquetas de perro?

—Pff —El rubio miró de reojo a Mina para ver si podía proseguir. La pelirrosa se encogió de hombros, dejándolo a su elección— Mina es furry.

—¡No lo digas así, me haces quedar mal! —Le dio un golpe en la cabeza, que lo hizo poner los ojos en blanco y apretar la mandíbula— Lo que Bakugo quiso decir es que literalmente me abandonaron como a un perro, en una caja de cartón en la oscuridad de un callejón. Puede llegar a sonar extraño pero no tendría mucho sentido, los perros son algo así como descendiente de los lobos, así que no te burles —Infló sus cachetes— Desde que era bebé una madre con tres cachorros me llevó de aquí a allá hasta que tuve... cuatro o cinco años y la madre de Bakugo me encontró y me llevó con ella.

La Obsesión De Un Villano {BakuDeku}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora