Capítulo XI

2.4K 282 167
                                    

Lena observó con ternura como madre e hijo se terminaban las galletas y el vaso de chocolate como si no hubiera un mañana. "De tal palo, tal astilla." Ese fue su pensamiento con una pequeña sonrisa, se preguntaba si así hubieran sido ella y Felicity en la crianza de su hija, era doloroso, lo era. Se percató como aquellos ojos azules de Tyler conectaban con los suyos esbozando una pequeña sonrisa y un tierno bigote se formaba, soltó una pequeña risa tomando una toalla húmeda para limpiarlo. Miró a Kara pidiéndole permiso y esta asintió con pequeño asintamiento.

— Algún día serás un gran hombre, Ty — le comenzó a decir tomando con cuidado su mentón — Pero, no corras tan rápido, amigo, no es momento de tener bigote — bromeó arrugado la nariz para hacerlo reír. Tyler la veía con ojos brillantes.

— Lena tiene razón, príncipe — se acercó Kara con una sonrisa amplia empezando a recoger los utensilios sucios — No crezcas tan rápido — le hizo un pequeño puchero y el pequeño comenzó a negar varias veces con su cabeza a ambas mujeres — Eso espero — le dio pequeño beso en su cabello.

— No se te ocurra lavar los platos, Danvers — la detuvo arqueando su ceja, ya conocía sus intenciones. Kara arrugó su frente.

— Vamos, Lena. Déjame que lave los platos — la miró como si hubiera tenido el peor regaño de su vida — ¿Por favor?

— ¡Dios! — suspiró derrotada — Solo por esta vez, Kara. Sabes que no me gusta, ustedes son mis invitados.

— Bueno, en realidad, nosotros llegamos de improviso — bajó la mirada acomodándose el cabello suelto detrás de la oreja. Lena la veía con una mirada indescifrable.

— Eres insufrible, Danvers — le pidió un pequeño empujón con su hombro dejándola avanzar hasta el fregadero. Kara soltó una pequeña carcajada.

— Sí, sí, cariño, sé que me amas — le guiñó el ojo. La ojiverde solo rodó sus ojos con los brazos cruzados.

— Tienes un poco grande el ego — desdobló mirándola con los ojos entrecerrados, brazos y se giró mirar a Tyler — ¿Te gustaría que más tarde vayamos al museo?

— ¡Sí! — levantó sus manitas pidiéndole que lo alzara.

— ¿Planeas hacerlo nerd como tú? — la molestó Kara mirándola de soslayo enjuagando los vasos.

— ¡Hey! Tyler debe empezar a conocer más sobre ciencia, podría ser un futuro científico importante — le dio un beso en su cien. Kara sonreía aún más.

— Tienes un buen punto, Luthor — comenzó a secarse las manos con una pequeña sonrisa — Además, no solo Tyler aprende, yo también lo hago — le sonrió encogiendo sus brazos — Eres realmente buena enseñando, Lena.

— ¿Tú lo crees? — se mordió su labio inferior con interés.

— Sí, en serio lo creo — le estaba siendo honesta.

— Bueno, quizá me equivoqué de carrera —comenzó a reírse encogiendo sus hombros sin perder su sonrisa.

— Nunca es tarde, Lena.

Con el paso de los días, su empatía y cariño por Midvale fue creciendo; ya no se sentía como una completa extraña en las calles, le agradaban sus vecinos, estos a veces la sorprendían con galletas, o algún tipo de postre. Le encantaba esos detalles llenos de cariño y, unos que ella se encargaba de devolver el gesto haciéndoles algún arreglo, o favores. Ya se cumplían tres meses de su llegada, sí, así de rápido pasó ese tiempo muchas cosas sucedieron, unas que quizá hubiera deseado vivir con su esposa, una vida tranquila, sin embargo, Felicity ya no estaba con ella, ese dolor se empezaba a amortiguar aun más, disfrutaba mucho de la compañía que le hacía ciertos rubios de ojos azules grisáceos. También consiguió nuevas amistades muy buenas gracias a Kara que le insistió mucho salir de su burbuja.
Había conocido tantos lugares ocultos, gracias a la insistencia de la misma por querer ser su guía turística, en realidad, le agradeció mucho después, quedó más fascinada.

Riesgo De AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora