Riesgo De Amor

Capítulo XIV

Las partes más emocionantes de la vida son aquellos momentos en que los disgustos de la vida se difuminan por unas cuántas horas. Instantes tan valiosos donde nos permitimos reír, llorar, bailar y amar, donde no existe nada más que el presente, mejor conocido como el ahora, ¿quién podría decir que ver a un niño tan feliz la haría sentir como tal? Pues nadie, su niña interior gravemente herida por la pérdida de su madre biológica le agradecía; estar ahí  divertirse como si fuera su propia fiesta de cumpleaños, jugar todo lo que no pudo por la dureza de los Luthor, comer con gusto de saber que no debía estar en forma para el Ejército, estaba empezando a vivir de alguna manera. Lena estaba ayudando en todo lo que podía a Kara, se había tomado en serio el rol de hacer a Tyler feliz, esa pequeña criatura que recién iniciaba su vida, lo complacía en todo, si le pedía que bailara con él, eso hacía, se sentía realmente importante por captar su atención siempre, hasta las quejas constantes de su tías por falta de la atención que les daba, en cambio Ruby, se unió a ellos incluso, también quería tener otra tía "cool" y, por supuesto, la ex militar se alegró aun más.

La fiesta había terminado hacía poco menos de una hora, solo estaban sus familias aun reunidas hablando de diversos temas científicos. Kara recordó que tenía algo especial para Lena en el auto, uno que hacía unos días quería darle, así que cortésmente se levantó y le pidió que la acompañara con excusa de que había olvidado algo en él (no tan excusa). Eso hizo a su pequeño príncipe se quejarse, porque estaba jugando con ella, sus tías y prima, Jenga, fue tanto que no quiso seguir jugando hasta que regresara. Comenzaron a reírse cruzando la calle, estaban muy divertidas por las quejas constantes que escuchaban de la pelirroja, parecía una niña pequeña cuando le quitaban su juguete preferido y de como Samantha pasaba regañándola por su actitud infantil, Ruby solo disfrutaba. 

— ¡No puedo creer que Alex esté celosa! — argumentó Lena jugando con sus manos como de costumbre. Kara soltó una carcajada.

— No la culpes, siente que le robaste a su sobrino — Kara dejó de reír abriendo la cajuela. Lena negó varias veces con su cabeza sonriendo.

— Eso es imposible, solo estamos jugando — rodó los ojos restándole importancia mirando hacia atrás, tenía miedo que el pequeño saliera corriendo detrás de ellas. Kara siguió riéndose de su hermana.

— Eran mis ex suegros — comentó después de un silencio que ella acortó.

— ¿En serio? — preguntó en casi un susurro y la rubia asintió — ¿Por qué se fueron tan pronto?

— Eso es porque tomaron una decisión, ya no quieren estar en la vida de Tyler, así que, por más triste que suene y, feo, eso decidieron, no me queda más que respetar su petición. Además, ya vimos como bautizó a tus padres como abuelos, a los padres de Olivia no los vio como tal, tampoco es que se preocuparan mucho por tener ese título — sonrió con tristeza.

— Eso, eso es triste, pero ellos se lo pierden, él es un niño fantástico — Kara encogió sus hombros abriendo más la cajuela — Y, sí, me tomó por sorpresa que los llamara abuelos, ¿te molesta que los llame así? — la miró con cierta duda.

— Oh, no, para nada. Espero que a ti tampoco te moleste — Lena negó con su cabeza acomodándose el cabello revuelto — Bien, entonces no hay problema con eso — le sonrió acomodando unas cuántas hojas que había en un folder color celeste — Bien, te traje aquí porque necesitaba darte esto, algo que Tyler hizo para ti. Hace unos días pensaba dártelo, ya sabes, antes de que Oliver arruinara todo.

— ¿En serio hizo algo para mí? — los ojos de Lena brillaban con entusiasmo. Kara asintió con una pequeña sonrisa buscándolo entre las hojas del folder.

— Antes de que lo veas, yo creo que podrían cambiar algunas cosas — Lena arqueó una ceja confundida — Toma, acá está — le tendió el dibujo y la ex militar lo tomó.