Capítulo XVIII

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En lapso de tres meses, Luthor Corp volvía a estar en la cima, Lena había trabajado codo a codo y mano a mano con Sam para poder movilizar el mercado de inversiones, buscaron nuevos socios internacionales, rompieron lazos que generaban pérdidas, más no ganancias con algunos empresarios rusos con los que el mayor de los Luthor negoció, todavía tenían desconocimiento de qué tratos Lex mantuvo con ellos durante todo el tiempo que estuvo al mando. Sin embargo, todo eso ya quedaba en el pasado, estaba ocurriendo una nueva Era, la mejor que jamás había tenido en toda su larga historia como empresa farmacéutica y científica. Cabe destacar que Samantha era la CFO más brillante y eficaz que jamás conoció en su vida, o su poca vida como CEO, era muy ordenada, tenía siempre el trabajo pendiente resuelto al final del día, ¿cómo no iba a estar agradecida por tenerla? Por supuesto, le dio su merecido aumento, aunque esta en un principio no quiso, se lo merecía y mucho.

Pero, no podía dejar por fuera a su espléndida Kara, gracias a ella fue que la conoció, hasta podía llamar, mejor amiga. En realidad, esa rubia ojiazul y su hijo eran sus principales motivaciones para seguir con el movido y asfixiante mercado empresarial. Y, hablando de la anterior mencionada, ya le tenía comprado el edificio donde estaría su propia revista, así como alguno de los diseños para que escogiera como quería que fuera. Solo que Kara no lo sabía, sería una sorpresa, una que le mismo día en que le propusiera matrimonio, porque sí, ya tenía el anillo comprado, era de plata conformado con un gran diamante azul y varias perlas adornando el aro. Ya tenía reservado un lugar especial para pedírselo formalmente, no podía esperar más a que fuera la señora Luthor, así como ella no podía esperar más para ser la señora Danvers, disfrutaba con solo el hecho de pensarlo.

Su relación se encontraba en un punto de madurez imprescindible, no existían las desconfianzas y se comentaban todo lo que les sucedía durante el día, o más bien las interesantes aventuras que le ocurrían a la periodista cuando hacía sus notas, tenía muchas anécdotas curiosas a pesar de tener tan poco tiempo siendo periodista de campo. La "mini" Cat, así comenzaron a nombrarla hacía unas semanas atrás, estaba causando revuelo con sus notas bien enfocadas, sin tintes de sensacionalismo y bien dirigidas a todos los públicos, se creó ella misma nombre entre los demás Medios de Comunicación escrita, ya todos sabían quién era Kara Danvers.

Por otra parte, el pequeño Tyler cada vez hacía notar más su intelecto, las maestras le comentaban a sus madres como él pasaba los recesos buscando con quién jugar ajedrez y hablar sobre los dinosaurios, era un niño bien portado que, sin duda, pronto tendría que avanzar de grado, tal como le sucedió a Lena en siendo pequeña.

— Señorita Luthor, afuera se encuentra la señora Lillian, dice que ocupa hablar con usted — Lena levantó la mirada de sus documentos y rascó su mentón.

— Está bien, Jess, dile que pase — le regaló una pequeña sonrisa y su secretaria asintió retirándose.

— Buenos tardes, hija — entró tan flamante como siempre dirigiéndose a la mini barra para robarle un trago de whisky.

— Buenos días, madre — le sorprendió verla con semblante triste — ¿Sucede algo?

— Sí, Lena, sucede lo que nunca pensé — agitó el whisky un poco y se lo tomó de golpe — Se trata de tú padre.

— ¿Mi padre? ¿Podrías explicarte mejor, mamá? — frunció su ceño empezando a jugar con su pluma fina.

— Tú padre está muriéndose, Lena — se volvió a servir otro trago aún dándole la espalda a su hija.

— ¿Papá está, está muriendo? — la garganta se le cerró por completo — ¿De qué? Podría buscar a los mejores científicos, los señores Danvers pueden conocer.

Riesgo De AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora