Capítulo 7

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El corazón se me sale por la boca y cae en picado sobre el asfalto. Taehyung está doblado sobre sí mismo, abrazándose las rodillas.

«¡Mierda!»

¿Qué demonios estoy haciendo alentando un comportamiento tan estúpido cuando debería estar recuperándose? Corro hacia él y unos cuantos transeúntes lo ven y empiezan a acercársele.

—¡Taehyung! —grito casi a su lado.

—¿Se encuentra bien, señorita? —me pregunta un anciano mientras corro.

—No lo... ¡¿Qué...?! —De pronto, una mano me levanta del suelo y me echa sobre los hombros de Taehyung.

—No juegues conmigo, Isabella —dice él, henchido de orgullo—. A estas alturas ya deberías saber que yo siempre gano. —Busca mi falda y posa la mano sobre el interior de mi muslo mientras avanza a grandes zancadas hacia el coche cargando conmigo.

Sonrío con dulzura a las personas con las que nos cruzamos pero no me molesto en resistirme a él. Estoy contenta de que tenga fuerzas para levantarme.

—Se me ven las bragas —me quejo mientras me aliso la falda del vestido para taparme el trasero.

—No se te ve nada.

Me baja inclinando despacio el cuerpo hasta que mi cara está a la altura de la suya. Va a besarme. Tengo que parar esto.

Me revuelvo en sus brazos.

—Tenemos que ir al supermercado —digo con la mirada fija en su pecho mientras me escurro y consigo zafarme.

Suelta un hondo suspiro y me deja en el suelo.

—¿Cómo voy a arreglar las cosas si no haces más que pararme los pies?

Me compongo el vestido y le devuelvo la mirada.

—Ése es tu problema, Taehyung. Quieres solucionar las cosas a base de distraerme con tus caricias en vez de hablar conmigo y darme respuestas. No puedo permitir que vuelva a suceder.

Quito el seguro del coche, me subo y dejo a Taehyung pensativo, mordisqueándose el labio. Al llegar al supermercado conduzco arriba y abajo en busca de una plaza libre de aparcamiento. He descubierto algo nuevo sobre Taehyung hoy: como pasajero es un horror. Me ha obligado a adelantar, a colarme y a cambiar de carril, todo con tal de ganar unos miserables metros. Ese hombre es un temerario al volante. Bueno, la verdad es que ese hombre es un temerario en general y punto.

—Ahí hay un sitio. —Cruza el brazo en mi campo de visión y le doy un manotazo para que lo aparte.

—Es una plaza reservada para padres y bebés. —Paso de largo.

—¿Y qué?

—Pues que no veo a ningún bebé en este coche tan bonito que tienes.

Posa la mirada en mi vientre y de repente me siento muy incómoda.

—¿Has encontrado tus píldoras? —me pregunta sin dejar de mirarme el vientre.

—No —respondo mientras me meto en una plaza de aparcamiento libre.

Quiero culparlo por hacerme olvidar mi rutina habitual, pero la verdad es que soy un desastre y siempre me organizo fatal. Tuve que ir otra vez a la consulta de la doctora Mónica para que me escribiera otra receta por haber perdido dos prescripciones en una semana. También me hice pruebas para asegurarme de no haber contraído ninguna enfermedad venérea después de tanto sexo sin protección con Taehyung. Su más que activa vida sexual no me dejó otra alternativa.

—¿Te has olvidado de tomar alguna? —pregunta formando una líneanrecta con los labios. ¿Le preocupa que pueda estar embarazada?

—Me vino la regla el domingo por la noche. —Me gustaría añadir que fue como una señal o algo así, pero me callo. Apago el motor.

Obsesión // K.TaehyungDonde viven las historias. Descúbrelo ahora