Capítulo 49

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—Taehyung, relájate. Sólo se ha Maxado tres copas de vino. No estaba borracha.

Mi mirada se ve atraída por una luz fluorescente y brillante que se encuentra por todas partes. Me siento como si me hubiesen golpeado la cabeza con una barra de hierro varias veces. ¿Dónde coño estoy? Cierro los ojos de nuevo y levanto los brazos para apartarme un mechón de pelo que me hace cosquillas en la mejilla. El suave contacto de mi mano sobre mi cabeza me provoca agudas puñaladas en el cerebro.

—¿Isabella? —dice con voz tranquila agarrándome las manos con fuerza —. Isabella, nena, abre los ojos.

Hago todo lo que puedo, pero me resulta tremendamente doloroso.

¡Joder! ¿Qué coño me pasa? ¿Tengo la peor resaca de mi vida? No recuerdo haber bebido tanto.

—¡¿Quiere alguien contarme qué COÑO está pasando aquí?! —ruge.

Abro los ojos de nuevo y miro el extraño espacio que me rodea. Lo único que me resulta familiar es esa voz iracunda que percibo curiosamente reconfortante, aunque me está haciendo polvo la cabeza.

Levanto la mano y me agarro el cráneo dolorido.

—¿Isabella, nena?

Entorno los ojos intentando centrarme y me encuentro con los suyos, castaños y llenos de preocupación. El calor de su palma acariciándome la cabeza me hace gruñir. Me hace daño.

—Hola —chirrío. Tengo la garganta seca y rasposa.

—¡Joder, menos mal! —Me llena la cara de besos y yo lo aparto. No puedo respirar.

—Isabella, chica, ¿estás bien?

Sigo el sonido de la otra voz familiar y veo a Jimin inclinándose sobre mí, más serio que nunca. ¿Qué está pasando?

—¡¿A ti te parece que está bien?! —le grita Taehyung—. ¡Joder!

—¡Tranquilízate!

También reconozco esa voz. Desplazo mis ojos sensibles por la habitación y veo a Alexa sentada en una silla enfrente de mí.

—¿Dónde estoy? —pregunto a pesar de la sequedad en mi garganta.

Necesito beber agua.

—Estás en el hospital, nena. —Me acaricia la cara y me besa la frente de nuevo.

¿Qué coño hago en el hospital? Intento incorporarme, pero Taehyung me lo impide presionándome contra la cama con todas sus fuerzas.

—Necesito ir al servicio —gruño tratando de zafarme de él.

Aparto sus persistentes brazos de un golpe y me siento, levantando al instante las manos para agarrarme la cabeza cuando toda la fuerza de la gravedad recae sobre mi cerebro. ¡Joder! Sí que es la peor resaca de mi vida. Gruño y cruzo las piernas delante de mí, apoyo los codos sobre las rodillas y la cabeza en las manos.

—Yo la acompaño —se ofrece Alexa—. Vamos, Isabella.

—¡De eso, ni hablar!

Pongo los ojos en blanco al oír esa voz irracional que tanto amo y espero a que Alexa le replique, pero no lo hace.

—Estoy bien —digo, irritada. Puedo ir al puto cuarto de baño sola.

Me vuelvo hacia un lado de la cama y bajo los pies al suelo. Los tacones han desaparecido.

—A mí no me lo parece, señorita. —Él me coge en brazos desde el borde de la cama—. ¿Qué ha sido de los baños en las habitaciones? — masculla, y me saca al pasillo.

Obsesión // K.TaehyungDonde viven las historias. Descúbrelo ahora