Capítulo 15

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Aparco y lo primero que hago es buscar el coche de Ethan. No puede habérsele olvidado: lo he llamado esta misma mañana. No pienso quedarme aquí esperándolo porque Taehyung no tardará en llamarme para preguntarme dónde estoy. Saco el móvil del bolso y llamo a Ethan.

—¿Isabella?

—Isabella, estoy en la puerta de tu casa —digo molesta.

—Isabella, lo siento. Debería haberte llamado pero estaba en una reunión de la que no he podido escaparme. Tardaré al menos una hora.

Echo la cabeza hacia atrás contra el asiento. No puedo esperarlo una hora.

—Vale, ¿y mañana?

—Estaré en Birmingham mañana y pasado. ¿Qué tal el jueves?

Estoy que muerdo por dentro. Quería resolver esto ya.

—Vale. El jueves a la misma hora.

Cuelgo y tiro el móvil al asiento del acompañante, cabreada. Cabrón tocapelotas.

Cuando me acerco al Lusso las puertas se abren al instante. El coche de Taehyung no está, cosa que explica que no me haya llamado para ver por qué no estoy en su casa.

Entro en el vestíbulo, cargada de flores y bolsas, y veo a Jake apretando varios botones de su sistema de seguridad de tecnología avanzada. Ahora me tocará sentarme en uno de los cómodos sillones de cuero y esperar. ¿Qué otra cosa puedo hacer?

—Hola, Jake.

Levanta la vista y sonríe.

—Hola, Isabella, ¿qué tal estás?

¡De pena! He tenido un día de locos, quiero ducharme, ponerme ropa cómoda y beberme una copa de vino. No puedo hacer ninguna de esas cosas y estoy muy cabreada porque Taehyung insistió en que estuviera puntual en casa y ahora resulta que él no ha llegado.

—Agotada —mascullo en dirección a un enorme sofá. Es posible que me quede dormida.

—Toma. El señor Kim te ha dejado esto.

Levanto la cabeza y veo que Jake tiene en la mano una llave rosa. ¿Me ha dejado una llave? Así que sabía que no iba a estar en casa y ni siquiera me ha telefoneado para decírmelo.

Me acerco a él para cogerla.

—¿A qué hora se ha marchado? —pregunto.

Jake sigue pulsando botones y estudiando las imágenes de los monitores.

—Pasó por aquí a eso de las cinco para dejarte la llave.

—¿Dijo a qué hora iba a volver? —¿Pretende que me quede aquí esperándolo?

—No dijo nada, Isabella. —Jake ni siquiera se molesta en mirarme.

—¿Te ha preguntado por la mujer que vino el otro día?

—No, Isabella. —Lo dice casi con tono de aburrimiento. No, claro que no lo ha hecho. Ya me imaginaba yo que no iba a hacerlo porque él sabe quién cojones es. Y me lo va a decir.

Dejo a Jake jugando con su equipo y subo al ático. Abro con mi llave rosa y me meto directa en la cocina. Abro la puerta de la nevera y me encuentro con botellas y más botellas de agua mineral. Lo que daría por una copa de vino. Vuelvo a cerrarla con más fuerza de la necesaria; la nevera no tiene la culpa de que no haya vino. ¿Podré volver a tomarme una copa algún día?

Me siento en un taburete y miro la inmensa cocina que yo diseñé. Me encanta, y ni en un millón de años habría imaginado que iba a tener la oportunidad de vivir aquí. Y ahora que la tengo, no estoy segura de que me apetezca. Quiero a Taehyung, pero me da miedo que vivir con él refuerce su forma de ser, controladora y difícil. ¿O quizá mejore su carácter? ¿Se volvería más razonable?

Obsesión // K.TaehyungDonde viven las historias. Descúbrelo ahora