Capítulo dieciséis

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Darren.

Una vez que el recuerdo regreso a la memoria de May pude ver como su cara palidecía, sin embargo acaricio el cabello de Aileen con una mano temblorosa. Nos pidió que atendiéramos a Leen dándole los cuidados necesarios, May se disculpo y salió de la casa solicitando un tiempo sola, no quería dejarla.

Jaden y yo recostamos a Leen en un cuarto de huéspedes similar al mío pero sin bella basura decorativa y contaba con una pequeña terraza. Sus contusiones y magulladuras sanarían a mas tardar un día, una ventaja de ser lo que éramos, mi amiga a pesar de estar lastimada se sentía más feliz que nunca, todos esperamos mucho tiempo para volver a estar con May, pero en especial ella se sentía muy sola.

No pude resistirlo más, salí en busca de May no fue difícil encontrarla, la mayor parte del tiempo iba al jardín, ella me escucho y giro la cabeza en mi dirección.

Lucia tan. . . confundida.

«Esto no es nada cariño, nada en comparación con lo que nos espera » Pensé con tristeza.

Me acerque a ella y coloque mis brazos cubriéndola, intentado protegerla. Para mi sorpresa y agrado May no se puso tensa ni se alejó, dejó descansar su cabeza en mi pecho y yo acaricie su cabello negro justo como ella hizo con Leen, estaba liso y suave, me imagine que de alguna manera era como estar tocando un bello cielo nocturno.

—¿Qué está pasando? —Susurro May.

Era momento, nuestros cazadores ya nos habían encontrado por segunda vez en seis meses, tenía que decirle aunque no lo deseara.

La tome de la mano que estaba demasiado fría y la conduje dentro de la casa, a la sala para ser exacto, le indique que tomara asiento en el sillón para estar cómodos.

Conté hasta diez mentalmente antes de habar.

—Nada de lo que te voy a decir es sencillo y entre más rápido lo asimiles mejor—Empecé con lentitud.

Espere a que asintiera y proseguí.

—Las personas que conoces como padres no lo son, ellos no son absolutamente nada de lo que crees, ambos son ingenieros genéticos, científicos y nosotros somos sus experimentos —Solté. ¿Cómo iba a crees esto siquiera?

Abrió mas lo ojos y negó imperceptiblemente con la cabeza.

—Ellos estaban creando armas May, alterando nuestro ADN, hace cuatro años tus padres nos liberaron y ahora están cazando a sus creaciones. Aileen y tu están conectadas por un especie de vinculo por eso te has desmayado cuando ella lo ha hecho.

Su rostro ahora no tenía ni pisca de color.

—¿Esto, es una broma? —Pregunto con un hilo de voz.

Ella sabía que no lo era.

—Eso es todo lo que te diré por ahora, tenemos un mes o dos para que dejes todo en orden, tenemos que movernos.

—¿Y mis padres?

«No son tus padres »

—No se han contactado desde el día en que se fueron May —contesté fingiendo pesar, pero esa gente me importaba poco.

—Ellos los tienen —tenía cara de querer vomitar.

—¡¿Qué te pasa Darren?! —interrumpió el idiota de Jaden —mírala, la vas a matar, debiste de llamarme antes.

May intercalo su vista de Jaden a mí y viceversa.

Me acerqué un poco más a ella

—Tus recuerdos han sido alterados también en lo que respecta a Jaden, él ha sido modificado como nosotros y al igual que Aileen puede darte recuerdos pero tiene algo más, puede manipular tu estado de ánimo, en el mejor de los casos controlarlo.

Los hombros de May se relajaron visiblemente, Jaden se sentó a su lado y la abrazo.

Deseaba que mi puño se estrellara con su mandíbula, aborrecía verlos juntos.

Eso no era lo importante ahora.

—May siento no ser claro, pero eso es todo lo que yo sé, alguien más vendrá a explicarte.

Ella me dio una mirada.

—¿Puedo ver a Leen? —indagó distraída.

—Está durmiendo y será mejor que tu lo hagas también —contesto Jaden en un tono de voz meloso que me provocaron arcadas.

La ayude a levantarse, sin soltar su mano subimos a su habitación, y la única cosa en la que podía pensar era que ambicionaba que me recordara, nunca quise algo tanto como eso, que dejara de verme como un extraño, siempre dudando de mí.

La cubrí con una manta delgada pues no hacia tanto frío, cada paso o movimiento que ella daba estaba como mecanizado.

—Darren —dudo un poco antes de continuar— ¿Puedes quedarte conmigo hasta que me duerma?

Me senté a su lado y acaricie su cabello hasta que logro conciliar el sueño, después de que se quedara dormida me quede un rato más observándola.

Quería ver como se encontraba mi duende.

La puerta estaba abierta, entre y Jaden estaba ahí, él es un buen tipo mientras no estuviera cerca de May. Leen estaba sentada en la cama.

—¿Mejor? —su labio ya estaba curado, como si no le hubiera pasado nada, pero aun sus ojos aun se encontraban un poco morados,

—Excelente —contestó con una sonrisa y abrazo la almohada que tenía cerca. La pequeña ingrata se salió con la suya, ya tenía a su amiga de regreso. Me alegrara que al menos por un momento podía olvidar todo y sentirse como una chica normal.

Jaden saco un cigarro de su chaqueta y se lo llevó a la boca.

Leen hizo una mueca pero no dijo nada.

—¿Cuando van a venir? —dijo Jaden mientras encendía el cilindro contenedor de cáncer.

—Deben llegar aquí mas tardar en dos días —le conteste sintiéndome cansado por primera vez el día.

Ella necesitaba una buena explicación y yo era demasiado estúpido para dársela. 

Transgénesis.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora