Capítulo diecinueve

2.8K 266 46
                                    

Aileen arrojó un par de maletines negros sobre mi cama.

—Darren quiere que hagas tus maletas

—¿Qué?¿Nos iremos ya?, Luci no vuelve todavía —me sentía nerviosa y angustiada. No quería irme, ni siquiera sabía cuál era su plan exactamente, quería quedarme aquí, en casa bajo el resguardo de mi acogedor techo.

—No. Le gusta tener las cosas en orden, es precavido —Leen me dio una mirada durante un momento.

—¿Pasa algo?

Ella se aclaro la garganta y se acomodo en mi cama.

—Sé lo que Jaden te mostró —su cara mostraba una extraña mueca.

"Oh, no ahí vamos de nuevo"

—No me interesa —la corté—. Por favor no.

No podía, Darren es un tema que decidí borrar de mi lista de cosas importantes aunque mi corazón se abrasara con un dolor agudo. Huir era lo que importaba ahora, no quería que Aileen o Jaden salieran lastimados.

Sus labios formaron una fina línea, se levanto de la cama.

—Él nos salvo —dijo viendo al suelo y salió de la habitación.

Tomé las maletas y comencé a llenarlas de ropa intentado no pensar.

(**)

El timbre de la casa sonó insistentemente, llenado la casa con ese chirrido horripilante que provocaba dolor de cabeza, caminé a largas zancadas, le arrancaría la cabeza a quien estuviera detrás de esa puerta.

—Ya voy—grité molesta.

Abrí la puerta y si creí que el timbre era molesto, lo que se encontraba ahí parado era mil veces peor.

—Primita, como has crecido —dijo en tono burlón—. Eres tan bella que duele.

Una vez que pronuncio esa última letra, cerré la puerta.

—Maldita sea —se quejo Hank.

Leen le colocaba un trapo en la nariz para que la sangre se acumulara ahí, la puerta había impactado contra ella.

Su cabello rubio muy parecido al de mi amigo Kyle estaba despeinado, vestía un pantalón beige y un suéter negro de cuello alto, su pequeña e idiota nariz comenzaba a ponerse morada, sus ojos color café se posaron en mí, llenos de furia.

Yo me encontraba parada frente a él, con los brazos cruzados sobre el pecho y una mirada de hastió.

—Déjame adivinar —comencé haciendo un gesto pensativo—. Eres otro acto de bondad por parte de mis padres. . . que, en realidad no son mis padres, ni tú mi primo.

Sonrió engreídamente

—Siempre tan lista —sonrío— hubiera pagado todo lo que tengo por ver tu hermosa cara de shock al saberlo.

—Eres un idiota.

—Y tú, tan. . . tú —gestó aburrido.

Leen apretó el pañuelo contra su nariz y el soltó un quejido, él se lo arrebato.

—Dame eso chiquilla, ¿no puedes hacer nada bien?

Aileen sonrió con malicia y se paró a mi lado.

—¿Cómo no te diste cuenta que no éramos primos desde el principio?, eres un feo ogro a mi lado.

Su nariz comenzaba a hincharse y la voz ronca ahora sonaba gangosa, esta era la primera vez que veía a Hank Canet feo.

Jaden y Darren bajaron juntos y se unieron a nosotros.

—¿Por qué tardaste tanto? —Jaden preguntó molesto.

Al parecer no era la única a la que Hank le caía como patada en el estomago.

Espera, ¿ellos se conocían? y a hasta este punto todavía me sorprendía.

—¿Qué te paso? —esta vez fue Darren el que habló —¿Te han encontrado?— Su voz emitía preocupación.

Hank negó con la mano.

—Tu novia insípida fue lo que me paso —Me señalo con dedo.

Darren me sonrió orgulloso y Jaden arqueo una ceja



Transgénesis.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora