Transgénesis.

Capítulo diecisiete

Mis pesadillas que antes se presentaban con frecuencia, ahora podía verlas cada que cerraba los ojos, como una imagen impresa en mis parpados, pero con una pequeña variante; el rió no sólo arrojaba el cuerpo de Darren, también el de Aileen, Jaden, Luci y al final el mío, podía ver mi cuerpo pálido y sin vida. Dormía muy poco y comía menos. Un día sin darme cuenta me encontraba parada en el cuarto de mi padres, este era grande con las paredes color beige y una gigante cama que ocupaba gran parte de la habitación, era muy sencillo, nada fuera de lo común o extravagante, no es como si guardaran fetos en grandes frascos o algo por el estilo. Me recosté en su cama, acomode un par de almohadas largas blancas de forma en que yo quedaba en medio de ellas, los cojines poseían impregnado el aroma de mamá y a la loción de papá, algo en mi se rompió. Todo eran mentiras, un montón de palabras carentes de significado alguno, me levante bruscamente de la cama, dolor y enfado me embargaban. Comencé por sus cajones de madera, los pise y golpee hasta que quedaron reducidas a astillas y restos inservibles, los espejos de su ropero y baño era solo un montón de cristal destrozado, llore como un chiquillo y grite como una loca hasta que me quede afónica y no pude más.

Una vez que no quedo cosa que romper Darren entro a la habitación, se arrodillo para quedar a mi nivel y me observó.

¿Cómo me vería en ese momento?

Similar a un animal indefenso y confundido, agazapado en alguna esquina de su jaula, esperando . . ¿qué? ¿Su fin o una oportunidad para huir?

Le di una mirada, él seguía observándome.

Vete, quise gritarle pero no podía, no quería estar sola.

Lo abracé y por segunda vez en el día, llore.

Darren limpio mis lagrimas con su mano, y después deposito un par de besos en mis mejillas, sus piel parecía arder.

—Tienes que ser valiente.

Negué con la cabeza.

El tomo mi mentón para que lo viera a la cara.

Me sentía tan furiosa y decepcionada.

—No voy a dejar que te pase nada —dijo firmemente,

Confié en él.

—Sé que esto no es fácil, y que estoy yendo muy rápido pero quiero que veas algo, esto explicara un par de cosas, odio que no me recuerdes —suspiró y tardo un poco en continuar —Lo hice por tu bien.

Darren beso mi frente y enseguida entro Jaden, me dio una sonrisa.

Me mostrarían otra visión, mi amigo se inclino hasta mi y tocó mi cara

Me encontraba en un campo tan extenso que no podía ver el comienzo ni el fin, el cielo estaba gris y de vez en vez rayos lo surcaban, aire gélido recorrió mi cuerpo, me gire en dirección contraria a la que estaba, un camión se aproximaba. paró justo en donde yo me encontraba. Dos personas con trajes y zapatos blancos idénticos salieron del camión, eran mis padres, abrieron la parte trasera de la cual bajaron más personas, sin embargo solamente reconocí a Aileen conservaba con la misma apariencia de ahora no pude vislumbrar cambio alguno, de su mano estaba yo, era delgada como un chico sin pecho ni caderas tal vez yo tendría catorce o quince años, Darren me sujetaba por los hombros.

—Hasta aquí llegamos con ustedes —dijo mi padre—. Los ayudamos todo lo que pudimos, ahora depende de ustedes sobrevivir por su cuenta.

—Gracias —Me sorprendió al escuchar mi propia vocecita—. Esto es algo que jamás imaginé. Me exprese esperanzada y soñadora.

Mi padre le dio una mirada a Darren mientras este bajaba su mano de mis hombros.

—Tú tienes que ir con ellos May —dijo Darren con una voz cargada de dolor, y al principio no podía procesar lo que decía—Espero que me perdones algún día

—¿Qué estás haciendo? —le preguntó un Jaden desesperado y mucho más joven que ahora, su voz era la de un niño.

Mi madre comenzó a jalarme para el camión.

—¡No! —suplique— ¿acaso no me quieres?

El dolor del recuerdo impactaba contra mí como muchas navajas pequeñas y extremadamente filosas a mi pecho.

—No. No lo hago, jamás lo hice, solo quería salir de ahí. Tú fuiste mi pase de salida.

En ese momento dejé de resistirme. Muchas veces antes había leído o escuchado sobre parejas que rompían y una sufría más que otra, sabía que en ese momento yo era esa persona.

Aileen se aventó contra mi padre y lo golpeó, él dio unos pasos hacia tras, pero no le devolvió el golpe, sostuvo sus brazos hasta que mi madre me subió al camión.

—Llévatela — dijo mi padre a Darren, él caminó hacia Aileen y la sujetó con fuerza, mi papá subió al camión y arrancó.

—Maldito bastardo traidor —gritó Jaden con desprecio y empezó a correr detrás del camión sin alcanzarlo.