18.

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Al llegar a la casa de su primo, a la fiesta, siento la misma incomodidad y nervios que cuando llegamos y saludé a su familia.

Respiró profundo cuando entramos, justo cuando la mayoría de las miradas se posan sobre nosotros. Todos están sorprendidos por la precensia de Jesús y algunos lo saludan desde lejos, yo no sé que hacer en ese momento, los nervios me están bloqueando y eso me hace sentir como una tonta.  

Oxiel pasa por nuestro lado y se dirige a saludar a todo el mundo. Jesús toma mi mano y yo entrelazo nuestros dedos cuando nos dirigimos a la sala para sentarnos, le doy un vistazo cuando él me mira. —Estoy nerviosa. —Le digo, pero por el ruido de la música no me ha escuchado y él se acerca a mi.— 

—¿Qué? 

—Que estoy nerviosa. 

Él me mira tiernamente y sonríe.—No pasa nada, solo son personas. 

Quiero reír, pero no es así, porque a simple vista puedo ver la forma en la que las chicas de este grupo miran con detalle mi ropa y hacen muecas. ¿Y los chicos? Solo me observan como decidiendo si soy lo suficientemente buena. He estado anteriormente en ese lugar y no es nada agradable. La última vez que estuve en un ambiente así fue cuando Carolina me invitó al cumpleaños de su prima, la hija del reconocido diputado de cierto partido político en nuestra ciudad dónde su grupo de amigos eran de niños ricos que estaban acostumbrados a mirar por encima del hombro a los demás. 

El volumen de la música baja y el micrófono suelta un chillido haciendo que todos se quejen y cubran sus oídos, eso me causa risa haciendo que voltee a ver al responsable.

Ruben, el primo de Jesús que también conocí por la mañana se encuentra al lado del DJ tratando de arreglar el micrófono y cuando por fin los hace, comienza hablar. 

—¡Hola a todos! Muchas gracias por venir, saben que no acostumbró hacer fiestas pero si asistir a ellas. —Bromea él haciendo reír a la mayoría.— Pero bueno, quiero agradecer en especial la precensia de mi apreciado primo ¡El Canelo Angulo! 

Todos aplauden y gritan, Jesús sonríe un poco avergonzado pero educadamente alza la mano saludando a todos, es ahí cuando me doy cuenta que algunos no se habían percatado que él estaba aquí, sus expresiones de sopresa lo decían todo. 

—Primo es un honor tenerte aquí, sabes que todos te admiramos y estamos muy contentos de poder pasar algunos días contigo ¡Por favor un aplauso! —Pide haciendo que la casa retumbe en aplausos y yo me uno a ellos mirándolo con una sonrisa.— Y un aplauso también para su novia, mi bella prima Isa ¡Por favor! 

¿Recuerdas ese momento en el que todos te cantan mañanitas frente a tu pastel de cumpleaños? Si, justo así me siento ahora, no sé a dónde mirar cuando todas las miradas curiosas están puestas sobre mi.

—Bienvenidos chicos estoy muy contento de tenerlos aquí. —Continua Rubén.— Ahora si ¡Que siga la fiesta! —Grita dando fin a su discurso y la música electrónica vuelve a sonar.—

—Vaya eso fue…—Ni si quiera terminó de hablar cuando Jesús me besa cortarmente y luego sonríe.— 

—¿Te dije lo hermosa que te ves está noche? 

Las mariposas revolotean por mi estómago y puedo ver qué mi labial ha pintado los labios de él al besarme, suelto una pequeña risa limpiando un poco sus labios con mi pulgar.

—Si, me lo dijiste antes de venir. —Le recuerdo sin apartar la vista de su boca.—

—Bueno te lo vuelvo a decir, te ves hermosa. 

—¡Les he traído un poco de cerveza! Ahorrense el camino.— Ruben llega con dos vasos de cerveza poniéndolos frente a nosotros.— Diviértanse chicos, están en su casa. —Nos guiña un ojo y así tan rápido como llegó, así se fue.—

Diecinueve.┇Canelo Angulo. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora