Diecinueve.┇Canelo Angulo.

27.

Vamos hacer una dinámica, les iré dando algunas pistas sobre la próxima novela que comenzaré a escribir. El nombre de usuario del primer personaje está aquí en este capítulo. :)

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Volver a mi ciudad y a mi solitario apartamento no fue fácil, así como haber visto a Jesús irse. Pero no lloré.

Tal vez era porque quería hacerme la fuerte frente a mis padres, sin embargo al entrar a mi habitación y no verlo y no sentir su presencia no pude contenerme más. Incluso había llorado en la ducha.

Tal vez sonaba patético, pero en tan poco tiempo me había acostumbrado a su presencia, a su calor. Y para ser fuerte, tenía que recordarme una y otra vez que volvería a verlo en un par de semanas. con mucha suerte y sobreviviría.

No tenía ánimos de regresar a la escuela y mucho menos al trabajo, que por cierto, Eugenio mi jefe se había encargado de recordarme mediante mensajes de texto.

Mi ayuda emocional llegó cuando Carolina pasó por mi el Lunes por la mañana con un jugo de naranja para alegrarme el día, la había extrañado tanto.

—No esperaba encontrarte con esa cara, se supone que estarías estallando de emoción por volver a verme —Exclamó ella mirándome detenidamente. —¿Segura que estás bien?

—Estoy bien, no te preocupes. —Bebí un poco de mi jugo mientras caminábamos en dirección a la universidad.— Debes entender, mis vacaciones fueron un sueño y luego, parece que he despertado y vuelto a la normalidad.

—Claro que lo entiendo, pero debes aprender a estar sin él por un lapso de tiempo —Dijo con normalidad. —Así es como funcionan las relaciones a distancia ¿No?

—No lo sé.

—Así como lo que estoy diciendo yo, sabes que soy un asco dando consejos.

Las dos reímos al mismo tiempo, ganándonos miradas de algunas personas que caminaban a nuestro alrededor, ella pasó un brazo a mi alrededor y me beso la mejilla.

—Tienes que tener una mentalidad fuerte ahora que estás lejos de él, una mentalidad positiva con este amor que están construyendo los dos —Me soltó cuando nos deteníamos al otro lado de la calle, esperando que la luz del semáforo cambie de color.— confía en esto Lilibeth, confía en él,  puedo ver lo mucho que te ama.

Y como una boba después de escuchar aquello sonreí.

—Pero ahora sí ¡Cuéntame todo! 

Añadió con impaciencia mientras cruzábamos la carretera donde Sebastián nos esperaba en la esquina con una cara de “Dios ¿Por qué nací?” y creo que todos nos encontrábamos de esta forma, las vacaciones habían terminado ¿Quién regresaba feliz a la Universidad? Nadie.

***

En el momento en el que llegue a mi clase de guionismo quise regresar a casa y llorar un poco, pero no iba a ser el caso, dado que está clase era importante porque nos encontrábamos en las finales.

Me senté en mi lugar de siempre y como una tonta, le sonreí a mi pulsera dándole un toque, esperando a que la vibración le haya llegado a él.

Ahora que lo recordaba, no había podido responder sus mensajes por la mañana, habíamos hablado ayer antes de dormir. Y por la mañana había despertado tarde que ni siquiera había tenido tiempo de revisar mis mensajes.

Casi gritó de emoción cuando sentí vibrar mi pulsera, él también pensaba en mi.

Miré la hora en el reloj de pared, faltaban dos minutos para comenzar la clase, tenía que apresurarme a leer sus mensajes.