—¿Crees que te llevará a conocer a su familia? —Carolina pregunto cuando entrabamos a la tienda de ropa que amábamos tanto.—
—No lo sé. —Respondí estremeciéndome al imaginar eso, aunque era lo más probable si yo tendría que viajar a Guadalajara ¡Ay, Dios mío! —Tal vez si.—Carolina soltó un grito llamando la atención de las personas cercanas a nosotras.—Los siento. —Me disculpe, pero ninguna de las personas parecieron interesadas en mis disculpas.—
—Es más que evidente Isa, él quiere llevarte a conocer a su familia ¡Es asombroso! No necesitas mucha información para saber a qué lugar irán, cuéntame ¿Qué sabes de su familia? —Preguntó comenzando a esculcar los vestidos que se encontraban en “oferta”. Nosotras éramos malísimas para llegar a tiempo.—
—No mucho, él me ha hablado sobre sus hermanos y su padres, por lo que sé es que viven juntos.
—Está hecho, tú y él dormirán juntos. —Dijo casual y yo abrí la boca sintiendo mis mejillas arder.—
—¡No!
Carolina me miró absurda, olvidaba que ella sabía todos mis secretos.— Isa, tú ya no eres una inocente mujercita, no debes avergonzarte por imaginar que tú y él dormirán juntos.
A pesar de que Carolina sabía todos mis secretos, me costaba trabajo hablar con ella sobre aquellas cosas íntimas.
—Lo sé, es solo que él es… especial, tierno, es diferente.
—Ugh qué cursi. —Mordí mi labio riendo mientras buscaba algo que me agradará.— Espero no arruinar el momento, pero mirá quién está ahí.
Fruncí el ceño y levanté la mirada disimuladamente, definitivamente el momento se arruinó al ver a Ariane a unos pasos de nosotras junto a las que parecían ser sus amigas. Era un sentimiento amargo recordar los días depresivos en los que me encontraba y la veía a ella caminando de la mano junto a Carlos, no la odiaba, nunca lo haría.
Me encogí de hombros y seguí con mi búsqueda de prendas, era extraño, todo lo que había sentido por Carlos ya no estaba ahí, solo un sentimiento amargo a pesar de estar juntos por años.
—Debe ser una broma. —Escuché el bufido de mi amiga y miré en la misma dirección que ella. Y ahí estaba, Carlos. Teníamos que encontrarlos precisamente aquí.—¿Quieres irte?
Miré a Carolina, podía ver la molestia en su rostro.— ¿Por qué? Aún no he comprado la ropa que utilizaré en mi viaje junto al amor de mi vida.
—Isa ¡Oh, por Dios! ¿El amor de tu vida? —Soltó un chillido de emoción y yo me encogí de hombros sonriendo.—
No me interesaba si aquel grito captó la atención de mi ex pareja, nada de eso me importaba ahora y aunque el sentimiento amargo estaba ahí, fue algo incómodo porque Carlos nunca quiso entrar conmigo a una tienda de ropa de mujer, porque la paciencia nunca estuvo de su lado. A la mierda el patriarcado.
Tal vez ella sí era lo que él quería, de alguna u otra forma me sentía bien de que él haya encontrado a alguien.
—¿Todo bien? —Carolina me preguntó en cuánto salíamos después de haber comprado lo necesario, ella vacacionaba junto a su familia en la playa.—
—Si, todo bien. —Respondí soltando una risa imperfecta.—
—Estuviste callada este tiempo, por favor Isa no me digas que…
—Ay, claro que no. —Bufé apretando mi puño alrededor de las bolsas que llevaba.— Bueno, es extraño… Sabes que él y yo pasamos años juntos, pero él no pareció importarle, tal vez no fue suficiente todo lo que yo di.—Ese miedo era el que me atemorizaba, no era que extrañará a Carlos, porque en definitiva yo estaba mejor si en él y ya no lo amaba. Si no que era el miedo que yo sentía al no ser lo suficientemente buena para alguien, para Jesús.—
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Diecinueve.┇Canelo Angulo.
Fanfiction『¿Las cosas pasan por algo por algo." y "No es el tiempo, es la persona." ;Son algunas frases que a Isabel se le cruzaban por la mente cuando comenzó a conocer a uno de los futbolistas más queridos de Guadalajara. Después de su ruptura amorosa, Isa...